La tremenda cantidad de luz de la que disfrutamos durante el verano tiene sus contrapartidas, pues durante esta época del año es cuando se produce el mayor número de desprendimientos de retina. Es cierto que se trata de una sospecha bastante plausible y que todavía se necesitan más estudios que confirmen de forma definitiva esta vinculación, pero muchos expertos parecen estar de acuerdo en señalar que la mayor intensidad de la radiación ultravioleta favorece el desarrollo de este problema.
Así lo avaló un estudio realizado por el Servicio de Oftalmología del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHUP). Por este motivo, y una vez que se inicia la primavera, los oftalmólogos recomiendan el uso de gafas de sol para proteger al ojo debidamente de la luz, especialmente si estamos operados de cataratas. Asimismo, se debe evitar la exposición directa al sol durante las horas de mayor radiación.
Pero ¿qué es exactamente el desprendimiento de retina y cómo podemos reconocerlo?
Lo cierto es que estamos ante una afección grave del ojo que puede derivar en ceguera si no actuamos de manera oportuna.
De este modo, esto ocurre cuando una parte de la retina se separa de la coroides que es la parte posterior del interior del ojo a la que está sujeta. Su síntoma más característico es la irrupción de una cortina oscura en el campo de visión, pero no siempre sucede así. En concreto, hay quien percibe de manera súbita la presencia de moscas volantes o, en caso de ya padecer este problema, aprecia un aumento drástico de las existentes e incluso advierte destellos luminosos. Ante tal cuadro de síntomas debemos acudir de manera urgente a un oftalmólogo.
Conviene actuar con premura para evitar el desprendimiento de la zona central de la retina; es decir, de la mácula. Si logramos impedir que esto tenga lugar, el pronóstico para el paciente será mucho más favorable.
También las personas que presentan miopía magna (más de 6 dioptrías), cirugías oculares previas, que hayan sufrido un traumatismo ocular o que tengan antecedentes familiares de este problema, entre otros factores, pueden estar predispuestas al desarrollo de un desprendimiento de retina.
Tampoco podemos pasar por alto el dato de que el 67 % de quienes sufren un desprendimiento de retina son miopes. Por lo tanto, debemos ser conscientes de la existencia de este problema y tomar las debidas precauciones en caso de ser un perfil proclive a sufrir este percance ocular.
¿Cuál es el tratamiento?
Normalmente, si la lesión se ha detectado a tiempo y solo se observa un desgarro, se puede evitar el desprendimiento mediante la realización de un tratamiento preventivo con láser.
Pero cuando el caso está avanzado será necesario practicar una cirugía en el ojo para colocar la retina de nuevo en su posición normal.
Sorry, the comment form is closed at this time.