Desde tele-trabajo a la preferencia por los deportes individuales, el coronavirus ha traído cambios a la hora de relacionarnos con los que nos rodean. En muchos casos, estos ya se han convertido en hábitos. Expertos en sociología manifiestan que el COVID ha supuesto un agente modelador clave para entender la sociedad de los años venideros.
A medida que se van eliminando restricciones en distintas partes del país, resulta llamativo observar cómo los ciudadanos siguen manteniendo un alto grado de cuidado al relacionarse con otros, hasta extremos que resultarían impensables hace sólo unos años.
Consumir más a través de Internet
La imposibilidad de salir de compras ha hecho que muchos españoles se hayan acostumbrado a las compras online. Se nota en el incremento en el volumen de negocio de empresas como Amazon. También en las apps de comida a domicilio. Cada vez son más las personas que deciden pedir desde casa en vez de ir a un restaurante.
La industria del cine y la televisión también sigue esta tendencia. Durante el confinamiento, la gente se acostumbró a consumir contenido audiovisual desde plataformas como Netflix o Apple TV. Y ahora continúan haciéndolo.
Esto también se ha extendido al fútbol. Mientras que ir al estadio o al bar eran las opciones favoritas antes de la pandemia, hoy no es raro encontrar gente que prefiera verlo en casa. Especialmente si se han comprado pantallas extra-grandes o si hacen apuestas deportivas. Durante la Eurocopa, serán muchos los españoles que opten por ver los partidos desde casa.
El ambiente más tranquilo les permite prestar más atención a los detalles del encuentro. Y cuando detectan alguna situación clave, lanzan sus apuestas desde el móvil o el ordenador. Esto resultaría mucho más complicado en el bar o en el campo. También les da la posibilidad de comprobar las Euro 2020/2021 cuotas en tiempo real y analizarlas para encontrar las mejores.
Reuniones por medios virtuales
Uno de los primeros puntos a solucionar durante los confinamientos fue la necesidad de ir a trabajar. En muchos casos se permitió hacerlo desde casa.
Esto trajo la necesidad de hacer vídeo-conferencias periódicas para mantener a los trabajadores en contacto con sus equipos. Una de las plataformas elegidas por muchas empresas fue Zoom.
Varios meses después y con el país en una situación mucho más controlada, aún son muchos los españoles que prefieren seguir trabajando de manera remota. Y numerosas empresas han incorporado las herramientas de llamadas con vídeo a su día a día. “Nos permiten ahorrar tiempo y dinero en desplazamientos para ir a ver a clientes” explica el coordinado de una compañía de seguridad informática.
El uso de este tipo de plataformas se ha extendido más allá del ámbito empresarial y son muchos los particulares que las utilizan para hacer reuniones virtuales con sus amigos. Es una forma de quedar, cada uno desde su casa y ponerse al día de sus cosas, como lo harían charlando durante una cena. Es poco probable que los españoles vayan a dejar de ir al bar a tomar una caña con sus amigos. Pero es muy posible que este tipo de reuniones se mantengan de forma periódica con gente a la que no se tiene cerca.
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