¿Pensando en reformar la cocina? Algunas claves que debes conocer

La cocina es una de las zonas más importantes de cada casa. Y emprender su reforma es, para unos, la oportunidad de tener la cocina de sus sueños, mientras que para otros es toda una pesadilla. Lo que sí está claro es que una cocina debe ser ante todo funcional, pero no hace falta que eso vaya en detrimento del diseño. Ambas opciones son compatibles si conoces algunas claves que te vamos a contar a continuación: desde la planificación del espacio a la elección de los materiales, entre otros aspectos.

Planifica el espacio

Para llevar a cabo la planificación y la organización que queremos conseguir en nuestra cocina, lo primero que debemos hacer es tratar de optimizar los recursos que ya tenemos. Lo más útil es coger papel y boli y dibujar lo que queremos, teniendo en cuenta las instalaciones que ya existen y que no queremos o podemos cambiar. Así, deberás apuntar vigas, pilares, tomas de agua, enchufes, etc. Según esta distribución, diferencia los espacios dedicados a las funciones fundamentales de la cocina: zona de cocinado, de preparación y de almacenaje, y ten en cuenta que lo más práctico es distribuirlas en forma de triángulo (por lo general, encimera, frigorífico y fogones).

Otro aspecto a tener en cuenta son las distancias entre ciertas cosas que deben situarse próximas, como el fregadero y el lavavajillas. También es importante tener en cuenta ciertas medidas para que la accesibilidad a los módulos de almacenaje no sea incómoda o poco segura: unos armarios muy altos a los que tenemos que acceder con una escalera o una silla no son la mejor idea, probablemente. Si esto no se cumple, quizá haya que plantearse cambiar los muebles y recurrir a servicios como los trasteros en Madrid para almacenar aquellos muebles o enseres que queramos cambiar pero de los que no nos queramos deshacer.

Escoge los materiales adecuados

La elección de los materiales va mucho más allá de la estética, ya que unos materiales de calidad serán mucho más duraderos en el tiempo. Trata de escoger, dentro de tu presupuesto, unos que ofrezcan gran resistencia al rayado y a las altas temperaturas, pero que además sean de fácil limpieza y mantenimiento. Por ejemplo, es el caso de los lacados, los polilaminados o la madera. La madera, al contrario de lo que pueda parecer, tiene una gran durabilidad y estéticamente ofrece un toque muy acogedor, aunque requiere más mantenimiento que otros materiales. El tipo de suelos que utilizamos también es importante: valora el uso de suelos hidrófugos e ignífugos, como algunos tipos de tarima.

La encimera es ese lugar en el que probablemente quieras invertir un poco más, puesto que la elección de un buen material es indiscutible. Ve a por aquellos tipos que se limpien con facilidad y, sobre todo, que no sean porosos, ya que puedes convertir tu cocina en una fuente de bacterias. El mármol natural no es buena idea, por muy bonito que sea.

Crea un espacio práctico

Si quieres optimizar la funcionalidad de tu cocina, los muebles prefabricados difícilmente van a ser la mejor de las opciones. Los muebles a medida son la mejor manera de sacar todo el partido posible al espacio. Puedes solicitar diferentes presupuestos y valorar si merece la pena hacer esa inversión. Si aún no quieres gastar mucho, existen en el mercado diferentes soluciones de almacenaje que te pueden ayudar a guardar los diferentes accesorios de cocina.

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