Ago 112020
 

La aparición de la COVID-19 ha tenido importantes consecuencias en familias y negocios. Nuevas medidas que tomar, decisiones que evaluar y hábitos que reformular. En ese nuevo escenario, la protección del hogar ha adquirido una escala mayor.

La protección frente a la climatología y las condiciones de renovación y ventilación de aire, en casas y negocios, son los nuevos retos que se presentan en el horizonte.

Un campo de batalla que conocen muy bien empresas como Murprotec, líder europeo en el tratamiento contra las humedades, que ha visto cómo en estos últimos meses las llamadas se multiplicaban hasta por siete en algunas de sus delegaciones.

Mayor preocupación por un aire sano

“La gente quiere saber cómo convertir su hogar en un lugar más saludable” aseguran desde Murprotec. “Las humedades son un factor importante en muchas enfermedades de origen respiratorio y, ahora, con la llegada de la COVID-19 la preocupación por el aire que respiramos ha crecido de forma exponencial”.

Un incremento en el interés por la salud del hogar y los negocios que en delegaciones como las de Madrid o Cataluña han supuesto un aumento masivo en las intervenciones. “La mayoría de nuevas intervenciones que hemos tenido en las zonas más afectadas, han estado relacionadas con hogares con personas de riesgo o con problemas enquistados de humedades”.

Humedades: un viejo conocido con nuevas fuerzas

Los problemas de humedades son uno de esos “viejos conocidos” en la lista de quehaceres habituales. Las manchas negras o el olor a humedad son síntomas tan reconocibles que los problemas de humedades han pasado a ese lugar tan peligroso de “cosas que puedo solucionar otro día”. Un peligro que la propia Murprotec reconoce que está cambiando:

“La llegada de la COVID-19 ha aumentado la atención sobre las humedades y sus consecuencias. Hay un reconocimiento de peligro en síntomas que pueden afectar a nuestra salud y eso siempre ayuda a avanzar” aseguran desde la empresa anti-humedad.

Un problema común que puede salir muy caro

Cuando preguntamos por cifras, Murprotec lanza un dato sorprendente:“El 90% de las incidencias que hemos atendido post COVID-19 eran debidas a problemas muy anteriores a la pandemia”. Y es que empresas como Murprotec están acostumbradas a que las humedades no estén entre los problemas críticos, cuando la realidad es muy diferente.

“Una humedad enquistada no solo puede suponer un grave riesgo para la salud, si no que puede derivar en un problema estructural que acabe con el derrumbamiento de un muro o, incluso, un edificio”.

En las dos delegaciones andaluzas de Murprotec añaden otro dato importante:“Pensamos que la llegada del verano y el buen tiempo son una barrera para las humedades. El incremento de incidencias que estamos teniendo, muchas debidas a la COVID-19, en estas semanas demuestran que las humedades no son estacionales”.

Murprotec también conoce al detalle el coste de las humedades. Un problema con una solución medible que puede convertirse en una pesadilla.

Por eso la filial española y portuguesa ha decidido ampliar su bono social para familias y empresas en con un valor estimado de 500.000 euros a sumar a la inversión inicial de 1,5 millones.

“Queremos seguir ayudando a familias y empresas. Sabemos que el control de las humedades cumple una función muy importante en la salud. Pero también somos conscientes de que el impacto de la COVID-19 ha sido muy duro para muchas familias” explican desde Murprotec. “Nuestra responsabilidad profesional es proteger la salud de las personas y no sabemos hacerlo de otra forma que acabando con las humedades de forma definitiva”.

Be Sociable, Share!
 Posted by at 15:06

Sorry, the comment form is closed at this time.