La capital de la República Checa está considerada como una de las ciudades más hermosas, no sólo de Europa, si no de todo el mundo. De hecho, está considerada como una de las veinte ciudades más visitadas del mundo, entre otras cosas, gracias a su casco histórico que , desde 1992, está catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
Praga es una ciudad con innumerables atractivos turísticos, culturales y gastronómicos. El único problema es que está a más de 2.300 km de Madrid, 1.700 de Barcelona o 2.700 de Sevilla, por ejemplo, con lo que el viaje, a no ser que nos queramos dar un paseo turístico recorriendo Europa, es más que recomendable hacerlo en avión. Con algo de tiempo se pueden encontrar billetes por algo más de 100€ por persona en páginas con multitud de opiniones positivas como Travelgenio
Una vez en Praga y dependiendo del tiempo que tengamos para disfrutar esta maravillosa ciudad podemos centrarnos en recorrer todo el casco histórico de la ciudad, que se compone de los barrios de Malà Strana, Staré Mesto, Nové Mesto y el, impronunciable, Hradcany o distrito del Castillo.
Si vamos a estar poco tiempo en Praga, el distrito del Castillo es una opción inmejorable ya que, como su nombre indica, se ubica en los alrededores del Castillo de Praga. Fue construido en el siglo IX y está considerado como la mayor fortaleza medieval del mundo. Mide más de 560 metros de largo y contiene en su interior lugares que por su interés histórico no podemos dejar de visitar: la Catedral de San Vito, la capilla de la Santa Cruz, el antiguo Palacio Real, los conocidísimos Templo y Basílica de San Jorge. La Catedral de San Vito, modelo de arte gótico, fue comenzada a construirse en el siglo XIV y está considerada como la catedra gótica más antigua de Europa.
Otras opciones indispensables, dependiendo del tiempo que tengamos, son el Puente de Carlos sobre el Moldava que une las dos antiguas ciudades que conforman Praga, la Vieja y la Nueva. Se llama así en honor al rey Carlos IV que ordenó construirlo en 1357. La Casa Danzante en el barrio de Nové Mesto con un estilo rupturista con el resto de la ciudad pero que encaja, admirablemente, con su entorno; la plaza de Wenceslao, en el mismo barrio o el reloj astronómico situado en el viejo ayuntamiento.
Praga también ofrece una amplia selección de actividades de ocio: cruceros por el Moldava, galerías de tiro donde probar diferentes armas de modo seguro y profesional, tours por los museos más importantes de la ciudad y un amplio abanico de restaurantes y bares que pondrán la guinda a un viaje inolvidable.
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