Todas las personas que crean una página web o comercio online comparten el mismo propósito: hacerse visibles y recibir visitas. Aunque el sitio web sea un blog personal sin intereses comerciales, el objetivo es el mismo. Se trata de conseguir que los internautas nos conozcan y eso exige un trabajo previo.
Uno de los primeros elementos a tener en cuenta es la denominación de la página; lo que en internet se conoce como “dominio”. Comprar un dominio acertado, que identifique con claridad al propietario y permita adivinar de qué va la página, será de gran ayuda a la hora de ganar posiciones en los buscadores.
Claves de un buen dominio
Elegir dominio requiere tiempo y atención. El primer problema que podemos encontrarnos es que el nombre elegido en primera instancia ya tenga dueño. Existen tantísimos sitios web, que es difícil dar con un dominio que no esté cogido, por lo que habrá que hacer combinaciones hasta dar con una fórmula original que a la vez nos identifique con claridad.
Si estáis en el proceso de elegir nombre, aquí tenéis algunos consejos que os pueden ser de utilidad.
- Busca un nombre corto y fácil de recordar
Los dominios circulan de boca en boca. Es como el nombre de un restaurante o de un comercio físico; nos ayudan a reconocer rápidamente al establecimiento y guardarlo en la memoria. Por eso es importante elegir un nombre fácil de recordar. Una denominación demasiado larga o compleja no resulta útil, porque pocos van a poder retenerla.
Lo ideal es que el nombre no contenga más de 15 caracteres. Un dominio ultracorto tampoco es recomendable porque puede resultar difícil de interpretar. Hemos de pensar que le preceden las tres www y le sucede una extensión (.com, . es, etc.). Si entre estos dos elementos ponemos una palabra muy corta, a ojos del internauta será una sucesión incómoda de puntos y grafismos.
Prueba a leer en voz alta el dominio elegido. ¿Es fácil de apuntar?, ¿suena extraño o cacofónico?; si las respuestas son satisfactorias, adelante.
- Busca un nombre que tenga relación con la actividad
A la hora de poner un nombre a los negocios tendemos a ser imaginativos, pero eso no siempre es recomendable. Al cliente o internauta le gusta que les pongan las cosas fáciles y se incomoda cuando no entiende de qué va una página. Si es posible, busca un dominio que guarde alguna relación con la actividad. Evita los palabras o conceptos demasiado abstractos, porque pueden crear confusión.
- Intenta que tu dominio contenga la palabra clave que define tu actividad
En el momento de elegir dominio, hemos de pensar siempre en el comportamiento de los internautas a la hora de hacer una búsqueda. Por ejemplo, si una persona quiere comprar unos zapatos, esa será la palabra clave (keyword) que tecleará en el buscador. Si nosotros somos fabricantes de zapatos y queremos que nos localicen en Google rápidamente, conviene que en nuestro dominio aparezca la palabra «zapato» integrada de alguna manera.
Es más que posible que la palabra clave elegida para crear el dominio esté ampliamente utilizada. Habrá que jugar pues a las combinaciones de palabras hasta dar con el nombre que más nos convenga y convenza.
- Cuidado con los guiones, los números y la letra “ñ”
Los guiones medios y bajos son útiles a la hora de crear un dominio con una palabra clave muy utilizada. Siguiendo con el ejemplo de los zapatos, podríamos crear un dominio como «vendo-zapatos», «vendo_zapatos», «zapatos-baratos», o «vendo-zapatos-baratos». Sin embargo, cuantos menos guiones utilicemos, mejor. Inducen a error y es muy fácil equivocarse a la hora de escribirlos o teclearlos.
Los números tampoco son muy recomendables por el mismo motivo y tampoco conviene utilizar letras que no existan en otros idiomas. Por ejemplo, la letra «ñ solo existe en castellano, así que si queremos llegar a un público extranjero no es inteligente intentar incluirla en un dominio.
- Extensiones, ¿cuál utilizar?
Las extensiones sirven para determinar el uso que le vayamos a dar la página y también pueden indicar su localización geográfica. Existe una amplia variedad de extensiones, aunque la más utilizada sigue siendo la .com, que sirve para denominar las actividades comerciales y tiene un alcance internacional.
La extensón .net también tiene un uso extendido, mientras que la .org se circunscribe básicamente al ámbito de las organizaciones y entidades. Después están las extensiones que hacen referencia a zonas geográficas: .es, .cat, .us, .it, .uk, .fr, etc. Antes de decidir, hay que tiene muy claro a qué público queremos dirigirnos. Por ejemplo, si pretendemos alcanzar a posibles clientes extranjeros, quizá la extensión .es no sería la más adecuada.
¿Cómo verificar un dominio?
Para saber si un dominio está o no disponible, tan solo hay que visitar alguna web especializada en dominios y hosting. Todas disponen de herramientas que permiten saber al instante si nuestra propuesta de nombre está libre y en caso contrario, proponen alternativas.
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