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El alza en el precio de la vivienda no se detiene. Cada mes que transcurre, el precio por metro cuadrado se encarece un poco más, lo que hace presagiar un aumento global para fin de año de entre un 8 y un 10 %. El mercado se mueve a dos velocidades: las grandes ciudades llevan siempre ventaja pero son pocas las autonomías que se salvan de los incrementos. En estos momentos, las únicas zonas en las que los pisos van a la baja son Asturias, Extremadura y Murcia. En Castilla-León parecen estancados, pero en el resto de autonomías los precios van hacia arriba, en especial en Madrid, Baleares y Euskadi.
Por ciudades, el primer lugar del ranking de precios lo ocupa Barcelona, donde el precio del metro cuadrado alcanza ya de media los 4.408 €. Le siguen San Sebastián, con 4.195 €/m2 y Madrid, con 3.695 €/m2. Este movimiento de precios lleva aparejado un incremento en la compra de edificios en Barcelona y en otras grandes capitales. Los propietarios que quieren vender saben que ahora sacarán provecho a sus inmuebles, y los futuros compradores saben que no pueden esperar demasiado: si dejan pasar el tiempo, los precios aumentarán todavía más.
Vender un edificio, ¿una salida rentable?
En Barcelona hay un considerable parque de vivienda antigua. Son edificios con más de un siglo que precisan una rehabilitación a fondo; muchos presentan problemas estructurales y la gran mayoría se han quedado obsoletos en materia de eficiencia energética.
La rehabilitación de estos inmuebles supone un gran esfuerzo económico, por eso, numerosos propietarios se están planteando la posibilidad de vender. Pero, a la hora de tirar adelante una decisión como esa surgen las dudas: ¿cuánto pedir?, ¿dónde acudir para realizar una compra-venta con garantías?
En todas las grandes ciudades existen empresas especializadas en la compra de edificios, pero hay que tener cuidado a la hora de elegir. En Barcelona, una de las empresas con mayores garantías en cuanto a solvencia y rigor profesional es Second House. La firma lleva más de 30 años asesorando a sus clientes en operaciones inmobiliarias. Su especialidad es comprar edificios en Barcelona para rehabilitar, que después vuelven a ponerse a la venta. Y no es preciso que estén vacíos; la empresa también adquiere inmuebles con inquilinos.
Ahorro de tiempo y dinero
Los propietarios que han de realizar una reforma integral deben hacer frente a decisiones complejas que implican tiempo y dinero. Por eso la venta de edificios en Barcelona es una opción muy valorada. Las empresas como Second House se ocupan de todos los pormenores de la operación, lo que supone un importante ahorro a varios niveles:
- Ahorro en tiempo: las obras de rehabilitación requieren tiempo, sobre todo si afectan a estructuras. La mejor manera de ahorrarse esos quebraderos de cabeza es vender el edificio completo. Además, es una forma de obtener un beneficio rápido.
- Ahorro de dinero: las reformas son siempre costosas y requieren una importante inversión de capital. Es cuestión de hacer cuentas pero, en la mayoría ocasiones, sale más rentable vender.
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