Mar 052018
 

Una cuenta corriente se puede definir como un contrato entre una institución bancaria y una empresa o persona mediante el cual uno (la institución bancaria) se compromete a prestar unos determinados servicios al cliente (la empresa o el particular) que por su parte ingresa dinero en la cuenta contratada.

El cliente puede trabajar con el dinero de diversas formas y el Banco se compromete, gracias al contrato, a hacer los pagos correspondientes siempre que exista saldo en la cuenta o ésta tenga una línea de crédito asociada (cuyo importe también debe recogerse en el contrato) asociada que permita disponer de saldo aun habiendo agotado el disponible.

Las opciones más usuales que tiene el cliente para trabajar con su dinero son:

  • Cajeros automáticos: en los que puede operar con cualquiera de los instrumentos de los que le provee el banco (tarjetas de crédito o débito, libreta de ahorros, etc.). Las operaciones más usuales que se pueden realizar en los cajeros son las retiradas e ingresos de efectivo.
  • Tarjetas de crédito o débito: valen tanto para retiradas de efectivo en cajeros como para el pago en comercios, servicios, etc.
  • Cheques: se trata de un documento escrito de pago, que sirve para cobrar una cantidad determinada de los fondos de la persona o empresa que lo expedido tiene disponibles en el banco.
  • Recibos: Es un documento que emite la empresa beneficiaria del cobro a la entidad financiera del pagador para que esta última lo haga llegar hasta la cuenta del emisor realizando así el pago.
  • Transferencia de crédito: es un método de transferencia electrónica de fondos de una persona o entidad a otra.
  • Giros: Un giro, transferencia electrónica o giro electrónico, es una transferencia del pago de una cuenta bancaria a otra cuenta bancaria y está iniciada por el pagador, no por el beneficiario.

A cambio de estos servicios, los bancos ofrecen diversos tipos de cuentas corrientes. Mientras que algunas entidades cobran una serie de comisiones en función de diversas variables (saldo medio, productos contratados, etc.), otras entidades ofrecen cuentas corrientes sin comisiones, lo que las posiciona en el mercado con una clara ventaja sobre sus competidores.

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