Oct 272016
 

fbSeguramente a las generaciones futuras les costará comprender lo difícil que resultaba en el siglo XX montar un negocio local, darlo a conocer, mantenerlo a flote y hacerlo crecer. Ciertamente, la creación del mundo digital y los avances tecnológicos han simplificado mucho las cosas a los emprendedores, además de ampliar las posibilidades comerciales más allá de las limitaciones impuestas por las barreras geográficas y temporales.

Todo es más sencillo y barato hoy en día. Ya no se necesitan inversiones prohibitivas para darle forma a una idea, más que nada porque el e-commerce no entiende de alquileres de locales o de recibos de luz (al menos para las tiendas online más modestas). Un hosting de confianza y una buena web son más que suficientes para dar el primer paso y adentrarse en la jungla del ciberespacio. Pero, claro, eso es solo el comienzo.

Nuevos tiempos, viejas necesidades

Abrir la puerta del negocio es el primer paso, luego hay que llenarla de clientes. Parece obvio, pero no son pocos los emprendedores digitales que se pierden entre tanta tecnología emergente y olvidan una máxima suprema: los tiempos cambian, pero las necesidades básicas permanecen. La única diferencia es que dichas necesidades son más fáciles de cubrir ahora, tanto en el aspecto procedimental como en el económico.

Desde este prisma, y en cuanto al tema de los clientes, está claro lo que hay que hacer: atraer al consumidor haciendo uso de técnicas de marketing. No importa si se monta una tienda física o un e-commerce, hay que invertir en publicidad. En el primer caso, lo normal cuando se está boyante es poner un anuncio en forma de cartel o tablón a pie de calle; en el segundo, se recurre al banner, que en el ciberespacio viene a ser lo mismo.

Las bondades de Facebook Ads

En realidad, si la potencia económica es mínima siempre se puede optar por la generación de tráfico orgánico, siempre y cuando se tenga paciencia para ver los resultados. En todo caso conviene darle una oportunidad al tráfico pagado cuando hablamos de comercios online, especialmente el generado a través de campañas en redes sociales. Esta opción, entre otras cosas, acelera el rodaje del negocio y se aprovecha al máximo la inversión, por pequeña que sea.

Evidentemente, si nos metemos en el universo del marketing social, hay que pasarse por los lares de Zuckerberg. La razón: es la red más grande del mundo y tiene su propia herramienta de publicidad, Facebook Ads. Además, las ventajas son muchas. En este sentido cabe destacar que las campañas salen baratas, el estilo de los anuncios es customizable, la segmentación es bastante precisa, y las opciones de análisis ofrecen información vital para campañas posteriores.

Por otra parte, los ads de Facebook tienen un aspecto que otros sistemas no pueden aportar: el elemento social. Esto significa que además de abrir una línea de comunicación bidireccional con los clientes potenciales en la red, los anuncios se pueden compartir y recomendar hasta la saciedad; en definitiva, se pueden volver virales. Eso sí, hay que saber diseñarlos para inocular el virus de la compartición en los perfiles ajenos.

Cómo sacar partido a las campañas en Facebook

Uno de los puntos fuertes de Facebook Ads es que te lleva de la mano en el proceso desde el principio, incluso a la hora de elegir la meta final de la campaña. De hecho, lo primero que te pide el sistema es que señales en una lista el objetivo de la misma. A partir de ahí el tipo de campaña  se irá definiendo hasta llegar a los ads específicos que pulularán por las plazas digitales de la red azul.

El trayecto intermedio se recorre sin problemas, ya que Facebook nos va indicando en todo momento lo que tienes que hacer: seleccionar la imagen, introducir el título, poner una descripción, acotar la temporalidad de la campaña, etc. Tampoco hay que preocuparse de las limitaciones de cada elemento (píxeles de la imagen, caracteres del título, porcentaje de texto…), ya que el propio sistema nos avisará cuando nos pasemos.

Luego queda echarle un vistazo previo al aspecto de los anuncios (cuantos más hagamos mejor) y definir bien el público objetivo segmentando a placer con los filtros disponibles en el editor. Hecho esto, colocar la guinda es tan sencillo como poner sobre la mesa la cantidad a invertir y elegir si queremos dejarnos la pasta en las impresiones o en los clics. El resto, como todo en la vida, ¡es esperar…!  ah, sí, y generar ventas¡

Be Sociable, Share!
 Posted by at 10:14

Sorry, the comment form is closed at this time.