Marc Forster, director de Guerra Mundial Z (World War Z), revela detalles del final que originalmente iba a tener la cruzada anti-zombi de Brad Pitt y que, en lo que asegura fue una decisión consensuada por iniciativa suya, nunca vio la luz.
A estas alturas todo el mundo conoce ya el azaroso proceso de rodaje y postproducción que vivió la superproducción basada en el popular libro de Max Brooks. El guión de la película sufrió varias reescrituras y se produjeron varios retrasos en el rodaje y, por tanto, en la fecha de estreno. De hecho, una vez terminada la filmación los productores encargaron a Damon Lindelof (Prometheus) que escribiera un final diferente del que rodaron Foster y su equipo.
Hubo que volver a grabar, con el incremento que eso supuso para un prespuesto que ya se había disparado. Los dedos acusadores apuntaron directamente hacia el director. Ahora Foster afirma que volver a grabar el final de la película fue una decisión consensuada que, de hecho, él promovió.
En su defensa el director de Cometas en el cielo o Quantum of Solace revela algunos detalles del guión original y se muestra muy orgulloso de la final que se incluyó en la cinta, un desenlace con un tono más íntimo ubicado en un edificio de la Organización Mundial de la Salud infestado de zombies ubicado en Reino Unido.
«Básicamente, en el final original, después de la secuencia de Israel y el accidente de avión, Gerry (Brad Pitt) llega a Rusia y la teoría a la que llega en el laboratorio de la OMS -en el final definitivo- la descubre en el campo de batalla», señala Foster en una entrevista al portal Movies.com con motivo del lanzamiento de la película en Blu-Ray y DVD.
«La llamamos ‘La batalla de Moscú’ y es una gran batalla con zombies y muchos otros personajes donde finalmente Gerry los derrota al darse cuenta de que los zombies se alejan de él y le esquivan», dice el director que revela que la escena era del mismo tipo de la que se ve en Israel pero «de noche y en mitad de una tormenta de nieve».
UN FINAL MÁS «INTERESANTE»
Además, Foster señala que parte del material que grabaron para ese primer final se puede ver en la pelicula, en el epílogo mientras Gerry regresa con su familia. «Vemos un atisbo de esa batalla. Pero nunca terminamos de filmarla porque todos estabamos de acuerdo en que después de Israel y el accidente de avión estamos cansados de tanta acción y queríamos que la película fuera más tranquila. No queríamos meter otra gran situación de combate», apunta.
Una decisión acertada, a su juicio, ya que se trata de «un enfoque más interesante» que defendió frente a los que querían más acción. «Al final de lo que se trataba es de cómo Gerry resolvía el enigma (cómo combatir a los zombies). Y un desenlace tranquilo y con más suspense es un enfoque mucho más interesante que hacerlo con una gran batalla (…) Como en el resto de mis películas siempre me centro en los personajes, en estos momentos más calmados. Así que fui muy feliz cuando todo el mundo estuvo de acuerdo y apoyó esa visión», afirma.
Guerra Mundial Z ha recaudado más de 535 millones de dólares en los cines de todo el mundo. Hace pocos días el propio Brad Pitt dejó la puerta abierta a una más que posible secuela. «Tenemos muchas ideas sobre la mesa para el momento en que decidamos desarrollarla y averiguar cómo funcionaba el mundo zombi», afirmó.
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