Begoña García-Alén

Cómics nuevos.

Nuevo cómic, siempre hay nuevo cómic, desde que hay cómics.

Por una cuestión de maquetación (han dado una pátina nueva al suplemento y se quiere potenciar lo visual), el diario ha optado por ilustrar, con gran efectismo por cierto, mediante una imagen de la obra que abre el texto, aunque en propiedad es eso, el portal a tres obras más (y alunas citas finales). Los tres trabajos en los que mi crítica se detiene son:
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Y el artículo de Faro es este, aunque han cambiado mi título original este tiene su gracia y cierto sentido con lo propuesto:

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PERLAS DEL INFIERNO, de Begoña García-Alén

184329-918ee86da1c14943aeb44eb6d7a148f7En ocasiones el cómic transita por caminos complejos. Hay autores que voluntariamente se alejan de los patrones más usuales de la historieta y buscan formas nuevas. Tanteos para experimentar la resistencia de los muros contenedores del medio. Esta mera declaración de intenciones no engrandece a un cómic por sí misma, pero desde luego le proporciona un activo de intensidad en su diálogo con el lector. Los Bravú, José Ja Ja Ja, Gabriel Corbera, Irkus M. Zebeiro, Nacho García, Andrés Magán o, en general, la cocina de «nouvelle cómic» que es Tik-Tok, por citar algunos nombres sonoros de la nueva hornada de «buscadores» de nuestros días en España, están propiciando un paisaje renovador. Son autores que no se conforman con aposentarse en los logros ya consolidados con la novela gráfica  y que están, en 2015, buscándole los tres pies al gato de la historieta. Los logros serán dispares, pero las sugerencias, la excitación ante cada nuevo movimiento, compensan los posibles titubeos.

La novísima Begoña Gacía-Alén practica con Perlas del infierno este juego de tensiones y resistencias con los modos habituales, crea una serie de cortos relatos visuales que coquetean con la narración abstracta: formas en evolución atravesando decorados irreales y mutantes, personajes perdidos en heladas cordilleras, primerísimos planos del caminar de una mujer, colores provocando juegos de tesis, antítesis y síntesis… No es la primera vez que la historieta se acerca a lo abstracto, ni mucho menos, así que Perlas del infierno adscribe a su autora en determinada tradición. Experimental, ajena a patrones comerciales, interesada en lo estético y el ritmo antes que en lo narrativo. Entre cierta candidez y un mundo personal que remite tanto a los cuadros de Kandinsky como a los mangas de Yuchi Yokoyama (y ella cita a clásicos como Nancy), García-Alén entrega un cómic desafiante y lírico que la convierte en autora a seguir.

Autora en construcción y acaso demasiado transparente, en tanto que su ruptura parece un juego natural (derivado de su formación y gustos plásticos) antes que el resultado de una búsqueda alrededor de los tuétanos del cómic, pero exhibe ya una voluntad de indagar sin mapas o guías por los caminos de su instinto muy, muy loable.

Perlas del Infierno, además, es un objeto-cosita cuidada que da gusto. Buen trabajo por parte de la editorial Fosfatina (viguesa, nenos, cosas movin on up! aquí).

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