MÁS pasta que el cine y los videojuegos juntos

¿Cuál es el punto de «popularidad» del cómic hoy, junio de 2020? ¿Vivimos un tiempo comparable a 2010, 2005, 2000? Yo veo que el lector ocasional no solo existe sino que ha sido ganado con bastante eficacia (con dificultades, volveremos al tema). Es un lector que cada vez es más objetivo de los editores. Cuando Planeta pone toda la carne en el asador con «Patria» lo hace pensando en ese lector, no en el consumidor coleccionista. Astiberri en estos decenios de vida ha apostado por la librería generalista, el formato de libro (de tamaño más reducido que el álbum europeo e incluso que el comic-book, y de más páginas) y la idea de novela gráfica como «el cómic que gustará al lector de novelas» (y que no te enfade una frase publicitaria) y que te cuenta una historia en un libro ha ayudado muchísimo a la visibilidad. Y en lo empírico, desde luego en mi trato con editores no conozco ni uno que minusvalore la utilidad de «salir» en un diario generalista (y os aseguro que en otros sectores digamos «de ocio» me han negado el servicio de prensa de su producto aludiendo a que «No es para todos los públicos», y se quedan tan lirondos porque entienden que con su venta directa a su fandom y cubriendo primeras ediciones en ese circuito, ya están triunfando… los que tenemos memoria histórica sabemos a qué llevó esta actitud en el sector historieta, y por eso el sector historieta ha abandonado al menos parcialmente esa «estrategia fandom»).

Sí que creo que todo puede mejorar y pueden darse más y más estrategias, porque las estrategias son moldeables a las circunstancias y el mercado 2020 (y más el 2020 post virus) no es el de 2010. También creo, y este es nuestro problema a superar, que la cultura y más aún las culturas más minoritarias tienen un techo de cristal, eso es lo difícil de encarar porque se debe a muchísimos factores que escapan a las estrategias de ventas de un editor. O de un coreógrafo, o de un poeta, que ojo, la precariedad es del sector cultural entero, no solo del viñetero. Pero claro que sí, hay que intentar romper ese techo, o al menos colocarlo más y más arriba… Hoy (y en resumen) el cómic es un medio con un fandom por un lado -variopinto, diverso, estratificado: de superhéroes, de manga, de underground…- y por otro lado con un espectro clientelar generalista hace ya muchos años se ha alcanzado (con obras como «María y yo» por no ir al ejemplo de siempre).
Afortunadamente no percibo hacia el cómic nacional esa animadversión del lector medio que le ve algún autor, lo que percibo es que el lector ocasional (ese que va a la Casa del libro a comprar una «ng», no a Akira ni a Alita) se interesa por determinados temas (sociales, costumbristas, etc) y tantea en directo el apartado gráfico… es un comprador donde se mezclan intereses temáticos con intuiciones de quien piensa que humildemente «No entiende», pero esto que ojeo me atrae. ¡Como si hiciera falta algo más! ¿Verdad? 😉
Hay que mimar a ese lector, ocasional pero amplio y con un potencial de crecimiento importantísimo, porque además él es al tiempo el techo de cristal (se llega hasta donde se llega) y el posible martillo que rompa el techo de cristal (por ahí se puede crecer mucho).

¿Pero cómo? En caliente pienso que ahora que el consumo de internet se ha disparado, es el momento de aprovechar ese canal mucho más. ¿Cómo? va un brainstorming, insensato y sin pensar mucho:

  • Dar muestras generosas de novedades en línea (¿quizá restringiendo temporalmente la lectura de, por ej, 1/3 o incluso más de una obra?¿Qué pasaría si de «Patria» Planeta libera durante siete días 80 de sus 300 páginas?),
  • tantear whasapp y no me preguntes cómo, no soy editor, pero hoy Whasapp es más vivo y potente que cualquier red social pública de ordenata.. y no solo eso: lo usa gente que no usa redes sociales… qué digo «no usa», que desprecia las redes sociales pero está el día entero mirando Whasapp,
  • proponer foros con autores en lugares atractivos (museos, el pueblo del autor… huele a chorrada de La Sexta, pero igual vende más que ver un careto distorsionado con biblioteca de fondo ante el PC),
  • o charlas entre autores y personajes mediáticos (¿porqué no una conversación en línea, un decir, entre Berto Romero y una Mamen Moreau? Sería la caña, pero hay que invertir medios, tiempo, y obviamente pagarlo, lo sé).
  • ¿Realmente algo tan innovador como el Astiberri Show no ha sido un éxito? Porque yo durante el confinamiento le he mandado el enlace a mi madrecita del alma querida, que vive en otra provincia y sola, y se ha zampado un par al menos, y los ha disfrutado mucho sin ser consumidora de cómics (vamos, no más allá de algunas cosas que le deja su pesado hijo… fin de nota autobio).
  • Arriesguemos, juguemos, hagamos experimentos con gaseosa para agitar ese techo cristalino… alguno saldrá bien, otros menos bien, el montante será positivo, seguro

Pueden ser ideas peregrinas, lo que quiero explicar es eso, que la cosa la veo bien, y que hay que mejorar siempre, hasta que el cómic dé más pasta que el cine y los vídeo juegos juntos. Por lo menos y por supuesto.

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