Sobre el Doctor Extraño

Para el diario Vgo é he escrito hace unas semanas este texto que con sus imágenes podéis ver aquí.

 

El Doctor Extraño, magia de papel.
Ahora que el cine ha popularizado a la figura del enigmático mago Marvel, es buen momento para recordar brevemente al personaje y recomendar algunas de sus más importantes historietas.

Dr. Extraño nació en julio de 1963 en las páginas de “Strange Tales”, un magazine periódico que contenía historias breves de personajes de la editora, Marvel, y otras protagonizadas por monstruos de serie B y seres con poderes ocultos. En este marco la creación de Steve Ditko y Stan Lee resultaba en cierto modo lógica. Un mago arcano, pero pese a su aspecto amenazante y a su afinidad por la magia negra (a la que invoca directamente no pocas veces desde su primera aparición), como nuevo justiciero urbano. Como Los 4 Fantásticos o Spiderman. O no.

Porque antes que maravillosos poderes, Extraño lo que tenía era, para entendernos, un doctorado en ciencias ocultas por la escuela mística del Himalaya, impartido por un venerable y anciano maestro oriental dado a tener poquísimos alumnos. Así los enemigos de Extraño serán ladrones y patibularios de todo pelaje como los de un Daredevil de andar por casa, porque eso tocaba en un cómic para adolescentes en el 63. Pero muy por encima de ese marco, sus grandes villanos eran el rey de Pesadilla, la dimensión onírica; díscolos alumnos del venerable maestro; o criaturas de universos paralelos, como el temible e ígneo Dormammu. En las primeras historias de Doctor Extraño, Lovecraft se codea con la psicodelia (o pre psicodelia, más bien), con el atractivo misterio del Tibet y con el ritmo canalla de la calle neoyorquina.
El talento del guionista Stan Lee con la verborrea alcanza una de sus cimas en los diálogos de esta serie, cargados de nombres imposibles como el ojo de Agamotto, los siete anillos de Raggadorr o las bandas carmesí de Cyttorak. Pero lo más espectacular es el imaginario gráfico de Ditko, un verdadero “viaje” a costa de un mago que se dedica a hacer paseos astrales por dimensiones inventadas ad-hoc, por donde retuerce su cuerpo de modos imposibles, hieráticos. Toda esta etapa acaba de ser oportunamente editada por Panini en un volumen de coleccionista. Es un libro inadecuado para un chaval de 2016, pero supone una pieza insoslayable en la historia de los cómics, por su fecunda imaginación y por representar perfectamente el espíritu de aquella Marvel “sixties” que, en pocos años, estaba inventando a Spiderman, los X Men, los Vengadores y Hulk.

Pero resumir en unas pocas líneas una carrera editorial de cincuenta y tres años es imposible, así que nos centraremos en recomendar algunas reediciones disponibles como la etapa del giuiosista Roger Stern y el apoyo de diversos dibujantes, bajo cuya batuta incluso se orquestó una operística guerra entre el mago y…¡Drácula!.
También cabe mencionar que “el hechicero supremo” disfruta ahora de colección mensual de comic-book, a cargo del competente Jason Aaron y el dibujante “hot” Chris Bachalo. Y bien, hay mucho editado sobre el personaje pero ya agotado. Afortunadamente sí puede encontrarse aún “Primera temporada: Doctor Extraño”, un volumen que recrea el origen del mago (algo que también conocerás si has visto ya la película), y que está escrito por Greg Pak y dibujado, atención, por la gallega Emma Ríos, una de las mejores firmas del panorama norteamericano.

Extraño es un personaje oscuro pero protector de la ley y el bien. Sus poderes arcanos lo llevan a luchar con informes demonios de otras realidades, a poder resucitar cuando le han asestado una puñalada mortal, a conocer a la personificación del mismísimo Universo e incluso a luchar con el rey de los vampiros, todo ello sin despeinarse y anclado a universos psicotrópicos con toques “goth” a lo fanfarria de Aleister Crowley. Ahora que cuanto menos Stephen Strange ya te suena por la película, no dejes escapar sus locos tebeos.

 

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