Ensalada de fanzines y autoedición

Estos día he pillado varios fanzines, revistas autoeditadas y similares. Leídas a salto de mata, me gustaba comentarlas aquí, aunque sea con brevedad.
Como decían Tip y Coll, comencemos. Començòn.

Abetterfuture de Javi de Castro es un pequeño cuadernillo, de formato muy vertical que relata una mini historia donde lo más atractivo es el juego formal. Hay destellos de madera buena, aquí, aunque no dejemos de estar hablando de un juego narrativo de escasa consistencia. Autor creciendo y con buenas vibraciones al que también podemos encontrar en Andergraün, un pastiche de filiación superheróicas cargado de referencias y chistes endogámicos. Lo cual no es malo, claro. Los andergroüns se divierten y editan una revista sobre las cosas que les gustan, los pijamas. Ahí, en el mejunje de autores más o menos verdes, vuelve a destacar J. de Castro y el dibujo de Nico Naranjo, muy Bd clásica. A crecer.

Otro fanzine muy diferente que he tenido el placer de catar es Dramáticas Aventuras. Pastiche pero con chicha, pulp, cultura trash y mucho sentido del humor en un trabajo maduro. Decacharrante fotonovela comiquera o algo, «El Ligre» (¡me encanta el nombre!), choque pop entre luchadores mexicanos y las temibles (dejadme, dejadme bautizarlas) UFOstaplers que podrían simbolizar el poder omnívoro de los chupatintas y la Función Pública. O no. Y sale un mono con corbata. Vamos, que El Ligre es un divertimento loco, muy bien acabado en su técnica de collage y plagado de disparates gozosos. Hay más cosas en Dramáticas Aventuras: relatos, cartas de los lectores (un tal Francisco de Goya mandó a la redacción de Dátil Producciones muestras de su arte, qué pena que no puedan, por falta de recursos, reproducir sus estampitas… parece un chico majo) y hasta un código Bidi para escuchar la radionovela de la casa.

Avanzamos: la gente de Ediciones Valientes son un no parar, tenía acumulado varios proyectos sin encontrar hueco, pero al final todo (casi todo, la verdad) termina por caer. El encuentro en Grape grape catalizó mi decisión de leer sus propuestas. El Temerario es una colección de postales entre lo goyesco (precisamente, el lector de D.A.) y el undeground. Edición sobresaliente. La veta «under» sigue abierta en el nº 5 del fancine Kovra, con numerosas firmas que arrojan un resultado heterogéneo y de calidades diversas, entre lo discutible (provocación sin andamiaje, boutades) y lo muy defendible (experimentación formal aventurera, contenidos sugerentes y turbadores sin apostar en vacío a la provocación por la provocación), y un par de cómics notables: Injustice de Igor Hofbauer, y el regusto a Yokoyama de de Michel Olivo. En todo caso, gusto por el riesgo y lo extremo, lo cual es necesario.

Dote de poto a tres, de López Lam, es un sensacional paseo exterior que retrata el interior. Mirada hacia afuera para divagar por dentro. O el mundo desde el Yo de la voz narradora. Coqueteos formales, y un dibujo que sigue creciendo.

El libro de colorear de los Pitufos es una locura artie de Nacho García, retratos de pitufos en blanco y negro (bueno, pura línea, nada más) de dismorfía catastrófica. En folios grapados, servido en un plástico con su cera azul.

escanear0002

Punchito ha metido mano ahí, para normalizar lo anárquico (con expreso permiso del autor, a quien dedico este escaneado).

Pitufos, de Nacho García… y «Punchito».

Divertimento para todas la edades, pues.

Pero del paquete de cosas en el filo que he leído estos días sin duda lo más destacado se mueve ya, por derecho propio, en una liga mayor.

En un caso, con una primera obra. Presentación, nudo, desenlace, de Ls Bravú, es la demostración clara de un talento. En crecimiento, claro que sí. En el fondo todo su enorme potencial no acaba de estallar, en este paquete de ocurrencias amasadas en forma de páginas, pero su libro muestra un equipo con una calidad gráfica apabullante y un universo temático lírico, retranqueiro y socarrón, reflexivo e inteligente, que debe seguir trabajando, porque si este libro exquisito de Fulgencio Pimentel ediciones (edición limitada, 100 ejemplares) es ya una bomba, no quiero pensar qué pueden dar en el futuro. Los veo, si perseveran, jugando en la liga de Olivier Schrauwen, ahí es nada.bravu

Y sobre todo Playground de Berliac, de Edicione Valientes, 60 páginas que rozan lo anonadante por su clarividencia, un ensayo o quizá una divagación en voz alta, en lápiz en ristre o como se quiera expresar, que partiendo de la admiración hacia el cineasta John Cassavetes, propone un modelo ético para el autor de cómics. La ética del creador pasa por la manera, los procesos y el resultado de la obra. Acción y objeto dialogan en «Playground» sobre la creación en un cómic que desprecia los modos tradicionales. Es la forma para disertar sobre el fondo y, por supuesto, encontrar vías que buscan caminos diferentes o al menos inusuales (cuaderno de notas, fotocopias, citas, collages, dibujos precisos pero cargados de atmósfera…). Totalmente recomendado.

Berliac Playground, 12 Berliac Playground, 1

Una nota adicional: no es un fanzine ni un cómic, pero compré en Graf Confetti. Una revista infantil donde caben caretas, juegos, tests, relatos, recortables, pasatiempos, cómic por supuesto, y una originalísima y acertada sección de crítica enfocada a los niños (de libros, cómics, videojuegos…). Bilingüe, además, (inglés/catellano), lo tiene todo para un chaval de seis a ocho años. Alejada del formato chillón y comercial de las publicaciones infantiles, creada por el Munchausen Collective, de aspecto delicioso, muy moderno (mucho, en el sentido que están aportando las ediciones de Fulgencio Pimentel o ¡Caramba!), enfundada en un plástico transparente lleno de confetis (cosa bonita), la revista lo tiene todo.

¡Bravo Bravú!

Be Sociable, Share!

Escribir un comentario