Viñeta aislada de Jack Cole

Ya se sabe: las necesidades narrativas son algo que marca al cómic, y también, claro, en el diseño interno de las viñetas. Es más, dichas necesidades a menudo derivan de tenerse que adaptar uno a las constricciones del formato y número de páginas que, de antemano, acotan a la obra. Así, los tebeos de la EC y similares eran tebeos breves, de ocho páginas como mucho, a color, que encerraban en ese espacio toda una historia completa. Estaban avocados a proporcionar mucha información en cada viñeta, en su intención de contar algo con su presentación, su desarrollo y su conclusión, todo un relato cerrado en cuatro brochazos.

Leyendo el excelente recopilatorio «Four Color Fear» de Diábolo, donde se aglutinan diversos ejemplos de autores y editoriales de la «época EC» (esto es, un libro que atiende a los que intentaron competir con la gran editorial en los años cincuenta, a veces con más que solvencia) podríamos sacar chicha de cada capítulo y autor, pero me quedo con este bonito ejemplo de cómo contar varias cosas en un golpe de  imagen. Se trata de una viñeta de «A pact with the Devil», obra de Jack Cole para «Web of Evil» nº 9, de 1953. Pura economía tebeística.

Jack Cole en el libro "Four Color Fear, cómics de horror en los años 50", pag.34

La composición es sencilla pero con sustancia, y desde le dibujo ya quedan claras bastantes cosas: la lluvia que cae, el chapoteo que provoca el caminante, la figura fantasmal en primer plano haciendo un marco… aquí hay un tipo que está abatido, y también un cazador, una presencia amenazadora. Vale, que es un fantasma, traslúcido y tal. Pero simplemente el hecho de elegir este formato, con la capa envolviendo al caminante, ya es una elección inteligente.

Elección de encuadre que se apoya, en tanto que mensaje, en el aplicado uso del color. Otra vez jugamos con el hecho argumental, con la idea de que tenemos una especie de espectro tras un pobre ser humano, y lo lógico en la iconografía del misterio es que el fantasma sea así, como azulado… pero no es menos evidente que el empleo de este color hace destacar su figura-marco, y plantea un sino poco aciago sobre el caminante. Más aún al contrastar con el color «real» de la escena, una calle de un único tono violáceo, de calidez sanguínea.

el triangulillo, sí...

Yuyu, chungo. Y enormemente sencillo y económico. Cantidad de información si n una sola palabra. Pero palabras hay, unas cuantas. Y dentro de unos globos, cuya forma tampoco me parece ocasional. Porque de las muchas composiciones formales que Cole puede aplicar, opta por conservar un esquema clásico para el dibujo. Así mediante la composición triangular añade sensación de verticalidad, pues por así decirlo, abre una ventana al cielo y a la lluvia. Los bocadillos podrían perfectamente haber tapado desde el sombrero de copa. ¿Porqué no? Pues por esto:

bocadillos apelmazando

Un toque de photoshop y vemos como la escena se apelmaza, pierde vidilla, proque claro, esa pequeña esquina de lluvia cayendo sobre el sombrero de copa no deja de ser más información… al final, uno cree que en cómic dibujar es informar, y en buen cómic, hacerlo continuamente, sin molestar la lectura, además…

Bueno, por último, hay que reconocer que este esquema debe ser perfectamente clásico, y a mí, lo confieso, me recordó (y lo encuentro curioso y divertido) a una portada clásica y supongo que conocida por todos:

esquemas y motivos recurrentes

Que no tiene más importancia que eso, a dónde nos lleva la memoria a través dde una imagen, y que muchos motivos iconográficos/iconológicos tienen una fuerza esencial, que viene, sin duda, de muy antiguo.

Por último, no perdamos de vista los textos, líneas de diálogo teatrales, enfáticas, sobreabundantes, hiperbólicas… delirio de otra época, en que la naturalidad o el verismo eran inapropiados (recordemos, hablamos de concisión, de poco espacio para mucho cuento).

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3 Comentarios Dejar comentario

  1. The Watcher #

    Cómo me gusta esta sección, Octavio. Esta viñeta en concreto no me llamó la atención demasiado cuando leí el Four color fear, pero evidentemente tiene mucha chicha. Como tú destacas, el uso del color es esencial, por lo que la viñeta es en sí misma un ejemplo perfecto de que «el glorioso B/N» es una monserga. El color importa, aunque sea uno limitado por la técnica de su momento.

    Un saludo.

    • octavio #

      ah, yo lamento que no exista la edición en glorioso blanco y negro, jajaja, ¡que así no hay quien vea las tramas!!!!!!
      gracias por los elogios, de verdad que pienso que me metí en un laberinto, que sólo concluyo memeces, que… eh, pero son MIS memeces, seguiemos (tengo en recámara más viñetas, jojojo)

  2. The Watcher #

    Qué va, hombre, siempre se pueden decir mil cosas de una viñeta, si se es buen observador. A mí me gusta este microejercicio de análisis semiótico, normalmente analizamos páginas o tebeos enteros, pero sacar una viñeta de su contexto tiene su interés.

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