El comienzo del curso escolar coincide con el político. Los colegiales vuelven cargados de ilusiones, y los padres de la Patria, Comunidad o municipio, retornan a sus escaños cargados de ideas y propuestas. Comenzamos un curso apasionante. Los nuevos gobiernos municipales, sobre todo los de las grandes ciudades, tendrán que preparar sus respectivos presupuestos, la asignatura que nos dará la medida de sus líneas de acción, el cumplimiento o no de sus promesas electorales, la capacidad de administrar los recursos públicos, su modelo impositivo, sus prioridades sociales o sus inversiones. En los prepuestos es donde los programas electorales dan la cara a la hora de ejecutarlos. Será un curso especial, porque en su primera parte, a finales de año, se celebrarán elecciones generales, y los distintos partidos, ya gobiernen o sean oposición en las distintas administraciones, tendrán que remar a favor de las políticas de sus candidatos nacionales, y esto puede condicionar las previsiones en los gobiernos locales y autonómicos. Será el curso de los sondeos, y contra más aceleren en la intención de voto, más calentitos ser pondrán los candidatos. Eso sí, pronostico un otoño atípico en el plano sindical, es decir, nada caliente, porque en la mayoría de las grandes ciudades gobierna la izquierda radical, apoyada generalmente por la izquierda socialista obrera española, y no habrá espacio para la contestación sindical, al menos en la medida a que nos tienen acostumbrados con gobiernos del PP. Esta que comienza, será una temporada de pasión.
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