Han sido las elecciones de ganar, pero no poder gobernar en Madrid, en grandes municipios y en la Comunidad, por parte del PP. De perder, pero poder gobernar, en cuanto al PSOE se refiere. Del podemos, y terminar pudiendo. Los de Pablo Iglesias, y asociados, pueden sacar alcaldesa en la capital, con el apoyo de la casta socialista. Carmona ha sido el gran derrotado, ha dejado la representación socialista más baja de la historia en la corporación madrileña, pero puede convertirse en vicealcalde. Situaciones parecidas ya hemos vivido en el consistorio: en 1979 ganó las elecciones la UCD, con José Luis Alvarez a la cabeza, pero el acuerdo PSOE-PCE, hizo alcalde a Tierno; en 1989, la alianza PP-CDS, ganó la moción de censura contra Barranco, y fue elegido alcalde, Rodríguez Sahagún, candidato del partido menos votado. Ahora, los electores, sobre todo los abstencionistas del PP, han dado una patada a Rajoy en el trasero de sus candidatos/as, y el debate de la corrupción, hábilmente manejado por el resto de los partidos, otra patada en sus aspiraciones. Sin perdón para el PP.
El futuro puede darnos un intercambio de cromos entre Podemos y PSOE para gobernar el Ayuntamiento y la Comunidad, y Ciudadanos y PP, para la cohabitación de dos partidos: alcaldesa de Ahora Madrid, en la capital, y presidenta regional del PP. Hay un precedente, en 1991, cuando Alvarez del Manzano fue alcalde y Leguina presidente de la Comunidad. Institucionalmente no hubo grandes conflictos.