Teresa Romero, marcha atrás

Teresa Romero ha rectificado su testimonio, quizá advertida de que si lo hubiera mantenido, podría haberle costarle caro en los tribunales. La auxiliar de enfermería, sobrevivió al ébola, y todos lo celebramos. Lo sorprendente vino cuando aseguró que había puesto en conocimiento de la doctora que la atendió en primera instancia, que había estado en contacto con enfermos de ébola. La mentira de Teresa caía por su propio peso, ya que no cabe en cabeza humana, que si a una doctora se le advierte de esa circunstancia, ésta no reaccione aplicando el protocolo, empezando por ella misma, ante el manifiesto riesgo de contagio. Como Teresa insistía en haber puesto en antecedentes a la doctora, ésta la denunció por dañar su imagen profesional, y ahora la auxiliar de enfermería no ha tenido más remedio que confesar que lo había ocultado, una actitud grave, porque puso en riesgo la salud de la doctora, de las peluqueras que la acicalaron, a las que también ocultó su contacto con enfermos de ébola, y a las que produjo un daño económico, ya que durante varias semanas, tuvieron cerrado su negocio. Un consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, dimitió por haber dicho que Teresa Romero pudo no haber dicho la verdad cuando acudió al médico. Llevaba razón el consejero. No decir a la verdad, es tanto como mentir. ¿Le va a pedir perdón ahora? En la lectura del comunicado de conciliación, se advertía cierta contrariedad en las palabras y en el tono de la enfermera, como si estuviera leyendo algo que interiormente no sentía.

Be Sociable, Share!

Comments are closed.