CORNET Henri

«El Tour no se celebrará nunca más» (1904)

A propósito del caso Armstrong:

El 30 de noviembre de 1904, la Unión Velocipédica Francesa descalificó a los cuatro primeros del Tour de Francia por tramposos: se avituallaban de manera ilegal, tomaban trenes y autos durante la carrera, varias turbas de aficionados ocuparon la carretera para detener a unos ciclistas y dejar pasar a sus favoritos, hubo siembra de clavos en la ruta, peleas a pedradas y hasta tiros al aire.

La organización proclamó ganador al quinto clasificado, Henri Cornet, un chaval de 19 años que se llevó un susto, porque en realidad él se llamaba Henri Jardy y corría con seudónimo para que no se enteraran en su casa. Tuvo que confesar que había corrido el Tour y que lo había ganado.

Desgrange, director de la prueba, declaró que el Tour de Francia no se celebraría nunca más.

(Más detalles, en el libro Plomo en los bolsillos).

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Acabó confesando que había ganado el Tour

En el ciclismo actual, parece más fácil predecir quién ganará el próximo Tour que adivinar quién ganó el anterior. Los demarrajes de los corredores en el Tourmalet son ya leves pasatiempos de julio, gesticulaciones de telonero antes de que se celebren las verdaderas competiciones, las más emocionantes y decisivas,  las épicas batallas entre analistas de laboratorio y abogados.

Cuando hace un tiempo escribí los siguientes párrafos, pensé que estaba narrando peripecias estrafalarias que sólo podían ocurrir un siglo atrás:

«Henri Cornet ganó el segundo Tour de la historia pero él no se enteró hasta cuatro meses más tarde. El 30 de noviembre de 1904, la Unión Velocipédica Francesa anunció que descalificaba a los cuatro primeros (Maurice Garin, René Pottier, César Garin e Hypolitte Aucoutourier) por maniobras ilegales durante la prueba, y declaró ganador al quinto clasificado, Cornet, que había terminado a tres horas de Garin. Gracias a esta carambola, Cornet se convirtió en el vencedor más joven de la historia, con 19 años, marca jamás rebajada.

¿Por qué esperaron cuatro meses para anunciarlo? Porque la segunda edición del Tour había sido un tumulto continuo, los ciclistas cometieron todo tipo de trampas y en plena carrera se vivieron batallas campales entre rebaños de fanáticos que apoyaban al ídolo local y los ciclistas rivales. La Unión Velocipédica Francesa prefirió comunicar las descalificaciones en invierno, cuando los ánimos ya se habían enfriado, para evitar turbamultas y linchamientos. De hecho, a partir de esa decisión, el inocente Cornet padeció un calvario de persecuciones, insultos y amenazas. Nadie tenía menos interés que él en alcanzar la fama: su verdadero nombre era Henri Jardy y había corrido el Tour bajo seudónimo para evitar que su familia supiera que se dedicaba al ciclismo, un deporte de brutos, golfos y desesperados. Con el revuelo organizado a finales de noviembre, Cornet tuvo que confesar a su familia que había ganado el Tour. Y después se retiró del ciclismo un par de años, para huir de las iras familiares y las amenazas de los fanáticos».

(Del capítulo «Doce chuletas en el maillot», del libro Plomo en los bolsillos).

Ahora pienso en el caso Contador, en Schleck, Rasmussen, Landis, Pereiro. En las victorias y derrotas de noviembre. Los ciclistas actuales tardan más que Cornet en enterarse de que han ganado el Tour.  Y descubren en su palmarés victorias que no celebran y apenas confiesan.

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Escribo con los veinte dedos.
Kazetari alderraia naiz
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