Pichorradicas y logomaquias

Pa no echar gota

Se ve que primero prohibieron orinar fuera, pero fue algún listo y miccionó. Tuvieron que poner este cartel. A mí me dieron ganas de mear fuera, porque de eso no dice nada, señor juez.

Luego me alegré de que prohibieran mear en las zonas donde andamos los turistas. Para algo tienen que servir los barrios de los pobres.

En el barrio minero, por ejemplo, orinar cuesta la mitad que en la zona turística. Allí la letra erre fue a mear y alguien le capó el pito. El resultado me dejó pensando en el derecho a sacar el pito como parte de la libertad expresión. Con un chorro potente y unas caderas de ágil caligrafía, se pueden trazar mensajes en la nieve, eso es cierto.

Y aquí, de repente, se me cortó el chorro de las reflexiones.

Las fotos las tomé en Lima (1), Potosí (2 y 3) y Cuzco (4).

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Periodismo con babuchas

Después de contaros cómo escribo con los pies y de tanto rollo sobre el periodismo con botas, ayer hablaba con un amigo acerca de la conveniencia de ir buscando ya un patrocinador que me calce con unas botas o unas zapatillas majas, a cambio de publicidad en el blog y mi eterno agradecimiento.

Esta mañana he recibido en casa un paquete con un regalo:  ¡unas babuchas kirguisas!

Me las ha mandado el cabraloca de Daniel Burgui, que pasó unos meses en Kirguistán, y me las ha mandado con el deseo de que me sirvan para escribir más reportajes. ¡Gracias, daniburgui, procuraré hacerles los honores debidos!

Ya que estamos. Se me olvidó comentarlo, pero tendríais que ver la tristeza de huevos duros, mejillones enlatados y barritas de cereales que llevo en las caminatas (el jamón no hace falta que sea de burro centroasiático, queridos lectores, queridas lectoras, me conformo con el de un cuto salmantino).

Y vista la hostilidad con la que algunos fashion victims atacáis mi indumentaria en general, tampoco os cortéis si veis alguna camisa elegante por ahí que me sirva para los siguientes diez años de conferencias, entrevistas y ceremonias.

Gracias de antebrazo.

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Si podéis con Gipuzkoa, a ver si os atrevéis con Bangkok

El Congreso español ha aprobado que «Bizkaia» y «Gipuzkoa» sean las denominaciones oficiales de esas provincias.

Algunas personas defienden que debemos escribir los topónimos según su denominación oficial, y no según la lógica y la tradición de cada idioma. Según ellos, a partir de ahora en castellano debemos escribir «Gipuzkoa», aunque en esa lengua semejante grafía no tenga ni pies ni cabeza. Por tanto, también les debe de parecer mal que los catalanes escriban Saragossa, que los vascos escriban Bartzelona o Estatu Batuak, que los ingleses escriban Biscay. Y supongo que en castellano escribirán Yerushalayim (y no Jerusalén), Warszawa (y no Varsovia), Deutschland (y no Alemania), Bhārat Gaṇarājya (y no India)…

Vale, es un terreno difícil y yo mismo tengo muchas dudas. Pero sólo un aviso para quienes usan el argumento de la denominación oficial como criterio obligatorio.

La denominación oficial de Tailandia no es Tailandia sino Ratcha Anachak Thai.

Y su capital no se llama Bangkok, un nombre usado por extranjeros, sino Krung Thep Mahanakhon Amon Rattanakosin Mahinthara Ayuthaya Mahadilok Phop Noppharat Ratchathani Burirom Udomratchaniwet Mahasathan Amon Piman Awatan Sathit Sakkathattiya Witsanukam Prasit.

Ahí os quiero ver.

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Por fin, un pene humano

Sigurdur Hjartarson soñaba con el día en que el cartero llamaría a su puerta para entregarle un pene humano, erecto y disecado. El director del Museo Falológico de Islandia atesoraba ya doscientos penes de cachalotes, osos polares, focas, morsas, toros, ratones, hámsters, pero le faltaba una pieza humana.

Pues bien: el día ha llegado. Según me informa una periodista que prefiere mantenerse en el aquetemato, hace unos meses murió Páll Arason, a los 95 años. Este islandés era uno de los cuatro héroes que se habían comprometido a donar su miembro después de morir. Y el museo anuncia que pronto expondrá el falo del Homo sapiens islandicus.

En el reportaje «El hombre de los doscientos penes«, quizá la cumbre de mi carrera profesional, dediqué unos párrafos al señor Arason y sus peculiares preocupaciones:

«En un punto intermedio, más cerca del hámster que del cachalote, quedan los penes humanos. Por ahora el museo no exhibe muestras reales pero sí réplicas plásticas de cuatro falos, cuyos dueños se han comprometido a donarlos cuando mueran.

El donante que parece con más posibilidades de estrenar el apartado humano es Páll Arason, un islandés de 93 años. Arason, orgulloso de sus hazañas sexuales, pensó que exhibir su pene en el museo le aseguraría una fama eterna. Pero ahora tiene dudas, según el director del centro, porque al parecer el miembro se le va encogiendo con la edad y teme que el resultado final no rinda justicia a las propiedades que durante tantos años le dieron cierto prestigio en Islandia.

De hecho, la extirpación del pene es una de las preocupaciones del director Sigurdur: debe cortarse rápidamente, en cuanto muera el propietario, y debe bombearse sangre para mantenerlo erecto, un detalle en el que los donantes han insistido mucho».

Leo en la noticia que el museo exhibirá el «pickled pennis»: si mis conocimientos de inglés no fallan, eso significa que en el museo podremos conocer, por fin, la famosa polla en vinagre.

Oso goian bego.

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El arte de entrecomillar

Rufino Etxeberria contestó tres veces seguidas que ni él ni su formación política hablaban con ETA, que se limitaban a analizar las declaraciones públicas de la banda, y cuando el periodista de El Mundo volvió a la carga, le respondió así: «Nos guiamos por lo que dice ETA o por lo que puede decir Benedicto XVI».

El Mundo tituló la entrevista con esta frase: «Nos guiamos por lo que dice ETA«.

Siempre atento a las lecciones de los maestros, me empeñé en mejorar mi pericia como entrecomillador de titulares. En los primeros intentos conseguí este, un poco tímido todavía:

Zapatero, con ETA: «Viva Sortu»

Sigo practicando y creo que algo he mejorado. Os dejo este otro, a ver si os parece que tiene ya cierto carácter, no sé. Como lo de las comillas es un poco lío, destaco en rojo las declaraciones de Pedro J. Ramírez que cualquiera puede leer en su texto y que he llevado al titular:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La ejecución técnica de la idea, señor juez, es de Un escéptico confuso.

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Cansas al aire, niña

El profesor de francés explicó la frase y me desencantó: «Vous avez l’air fatigué, les filles!». Tenéis aire fatigado, niñas; o sea, parecéis cansadas, niñas.

Yo había entendido algo mucho más bonito: «Vous avez l’air fatigué, les filles!», ¡tenéis al aire cansado, niñas!, o sea, os movéis tanto que cansáis hasta al aire. Me pareció preciosa esa imagen del aire que no para de moverse de acá para allá, rellenando los espacios que las niñas inquietas van ocupando y desocupando. Te mueves tanto que cansas al aire. Buah, qué bueno. Pienso utilizarlo.

La ignorancia es capaz de los mejores descubrimientos. Qué interesante. Voy a darme un par de cabezazos contra la pared, para tratar de olvidar unas cuantas frases hechas y ver cómo se me ocurre entenderlas luego.

10

Entre primates sociales. Cómo conseguí que Pérez-Reverte me siguiera

La clave del éxito de Twitter es tan sencilla como profunda: un chimpancé aislado no es un chimpancé.

La frase es del etólogo Konrad Lorenz (el tipo que engañaba a ocas recién nacidas para que siguieran como si fuera su madre a una caja de zapatos de la que él tiraba con un cordel). Y nosotros por ahí andamos: somos unos primates sociales, cuya pulsión más poderosa es la de estar en grupo.

Esto lo explicó el paleontólogo Juan Luis Arsuaga en el diálogo que mantuvo con el escritor Arturo Pérez-Reverte durante la clausura del congreso iRedes en Burgos. Esto y muchos otros asuntos apasionantes sobre nuestra naturaleza social; sobre la cultura como amplificadora (pero no sustitutiva) de la biología; sobre la evolución que nuestra especie ya no necesita continuar porque dispone de la tecnología, mucho más rápida y eficaz para conseguir lo que nos haga falta, como volar o movernos bajo el agua; sobre la maravillosa aparición en el universo de una forma de materia que es consciente de sí misma (o sea, nosotros, salvo algunos lunes por la mañana); sobre el afán de inmortalidad; sobre las profecías de Un mundo feliz y la manía de posar sonriendo en las fotos… («Las redes sociales, desde Atapuerca hasta Twitter», audio completo).

Pérez-Reverte completó el diálogo con ideas sobre los riesgos de la inmediatez y la falta de reflexión, sobre la manera en la que las nuevas herramientas han cambiado el papel clásico del reportero, sobre la tecnología que nos protege pero que nos hace inconscientes de la hostilidad y el dolor que siempre acaban llegando…

Con la polémica de su tuiteo sobre Moratinos sobrevolando, pero sin mencionarla, Pérez-Reverte habló del peligro que supone sacar una frase de Twitter y publicarla como titular en los medios de comunicación. Dijo que Twitter es como una charla en una  barra de bar y que los comentarios que allí se hacen entre amigos no pueden llevarse a titulares sin descontextualizarlos.

Es cierto que a veces se sacan de madre algunas frases lanzadas por ahí, pero la de Pérez-Reverte me parece una concepción equivocada de Twitter: una barra de bar en la que te escuchan 80.000 personas ya no es una barra de bar. No es, por supuesto, una charla entre amigos. A mí me encanta contar chistes burros y soltar de vez en cuando comentarios disparatados que incluso dicen lo contrario de lo que pienso, pero se los suelto en privado a mis amigos, a los que entienden el contexto, saben qué pienso en realidad y entienden por qué me hacen gracia esas burradas;  ni se me ocurriría contarlos con un micrófono ante una audiencia de cientos o miles de personas. Eso no es hipocresía sino una conciencia elemental de que en un público amplio muchos no conocen las claves de  la conversación ni tienen por qué comprender si en ese momento soy irónico o si hablo en sentido recto. Si no eres capaz de distinguir los ámbitos, te puede pasar lo que a Nacho Vigalondo.

Hablando de estas cosas con Allendegui, nos dio vértigo imaginarnos cómo será tener 80.698 seguidores en Twitter, los que tiene Pérez-Reverte en el momento en que escribo esta línea.  A la vez sentimos mucha curiosidad por saber quiénes son los 72 selectos tuiteros a los que él sigue, nos preguntamos qué habrá que hacer para que te siga alguien tan popular… y nos propusimos intentarlo.

En Burgos, con la ayuda de Allendegui y Nacho de la Fuente, lo conseguimos: esto es lo que hay que hacer para que te siga Pérez-Reverte.

*

Relacionado: Redes sociales: media docena de ideas y un reloj de arena.

38

Guía para interpretar pintadas vascas

La semana pasada un gran grupo de periódicos publicó una «ruta por los feudos abertzales«, un reportaje en el que se detallaban las huellas de la infamia en el País Vasco.

Por ejemplo, la ruindad desvelada en este sagaz pie de foto (imagen de Bernardo Corral):

«CHIPIRONES EN PASAJES. El nombre del bote coincide con el de un exjefe de ETA».

El nombre del bote es «Kantauri». Sí: Cantábrico.

Al  hilo de estas revelaciones, algunos caímos en la cuenta de que la miseria moral de nuesta sociedad  y la connivencia con el terrorismo se han extendido mucho más allá de lo que creíamos, hasta alcanzar los detalles más impensables -¡chipironeras apologistas!- y hasta vergüenzas mucho mayores, como el terrible hecho, ¡aún no denunciado!, de que la capital española lleve el nombre de un comando de Eta.

Con propósito de enmienda, me sumo a la tarea de desenmascarar la perfidia. Ofrezco aquí una pequeña guía para interpretar algunas de las pintadas, expresiones, pancartas, cánticos y carteles que abundan en nuestra tierra.

Gogoan Zaitugu: Los hermanos Gogoan Zaitugu, celebrados en tantas pancartas, forman una prolífica camada de terroristas: Asier Gogoan Zaitugu, Mikel Gogoan Zaitugu, Jaione Gogoan Zaitugu… Son hijos de José Luis Gogoan, legendario levantador de piedras, y Karmele Zaitugu, profesora en una ikastola del Goierri.

Bakea da bidea: «La paz es un bidé», frase de Arnaldo Otegi (es decir: la paz se la pasa por las pelotas).

Bakea behar dugu: «Necesitamos un café«. Señales de agotamiento en el mundo radical.

«…eta kanpora!«: frase muy repetida por los comentaristas de fútbol de ETB, como muestra de rechazo a la banda terrorista. Señal de la normalización y del final de las ambigüedades en los medios públicos.

«Goazen erreala«: «Vamos a arrearles». Réplica a la frase anterior, coreada por hinchas radicales.

Euskal Herria ez dago salgai: «Euskal Herria no está para mariconadas. Vete de aquí, homosexual». La intolerancia, extendida a la homofobia.

AHTrik ez: «No volváis a meter tres goles». Amenaza envidiosa a los éxitos de la selección española de fútbol.

Otras ayudas: El Jukebox, a quien nunca nos cansaremos de recomendar, escribió Instrucciones para escribir reportajes sobre Euskadi.


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Recordadlo por si acaso: son tres botes, no dos

Ayer llegué al ambulatorio a las ocho de la mañana, aún medio dormido, y me puse en la cola para la extracción de sangre. Media docena de personas pasábamos en fila frente a la mesa de una enfermera, que recogía las muestras que algunos pacientes traían de casa y nos repartía tubitos con códigos de barras a quienes íbamos a que nos pincharan. A las ocho y en ayunas, nadie tenía muchas ganas de hablar. Todos guardábamos un silencio pastoso. Hasta que el chico que estaba justo detrás de mí entregó sus recipientes, pudorosa y precavidamente envueltos en tres bolsas, a la enfermera de la mesa. La señora desembaló el regalo, leyó el volante y pegó un grito:

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Escribo con los veinte dedos.
Kazetari alderraia naiz
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