Cúrese con un producto impactante de magnitud global totalmente garantizado

En la antigua China solo lo consumía el emperador. Si alguien era sorprendido tomándolo, lo condenaban a muerte. ¡El hongo Ganoderma lucidum! ¡Una historia milenaria de cuatro siglos atrás!

Leo estas noticias en la puerta de un local minúsculo, en el barrio minero de Potosí.  Hay docenas de cartelitos para atraer al cliente: “Solucione sus problemas de salud definitivamente con el hongo Ganoderma lucidum, el producto natural más impactante”. “Contiene más de 200 nutrientes vitales para la salud y 154 tipos de antioxidantes”. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses, 4:13)”.

Un viejito se pone a mi lado a leer las frases. Es un minero jubilado, me dice. Del local sale un chico joven, Luis Alejandro Choque (leo su nombre en un diploma del interior), y nos invita a pasar. El viejito minero y yo entramos con mucho gusto.

El chaval Luis Alejandro nos sienta en dos taburetes, nos pone un vídeo atronador de la empresa fabricante DXN y nos explica que es “la primera compañía de marketing multinivel con el concepto ‘Un Dragón’, el concepto de un mundo, un mercado, una mente. Es una compañía agresiva a nivel mundial con sede en Malasia. Es la compañía de los medicamentos del futuro. De las cincuenta compañías más grandes del mundo, es la más grande”.

Luis Alejandro recita con entusiasmo: “Muchos doctores van a ir al paro, muchas farmacias van a cerrar. En La Paz la gente ya está dejando de ir a la farmacia, ha salido en los periódicos”.

Según los carteles del local, el hongo oxigena el cuerpo, promueve la energía y el vigor, favorece la desintoxicación natural, ayuda a dormir, fortalece el sistema inmunológico, mejora el desempeño sexual, alivia la menopausia, cura la osteoporosis, la cirrosis, la gripe A, la soriasis, la ciática, el estreñimiento, los quistes, la artritis, la parálisis, el colesterol, el acné, el asma, la migraña, la presión alta, las úlceras, la infertilidad y el alzheimer.

Me decepciona que no cure el pie de atleta ni la fimosis. Pero callo, arrollado por el entusiasmo de Luis Alejandro: “Regenera órganos, equilibra totalmente el sistema corporal. Es un producto de magnitud global ¡totalmente garantizado!”.

Las garantías parecen realmente serias: “¡Lo ha aprobado ya el Ministerio de Salud!”, celebra Luis Alejandro. Y sacude en el aire un folio con varios membretes. Me escurro hasta la punta de la silla para leer lo que pone.

“Perdón –le interrumpo-, es que ahí pone Católica Televisión”.

“Sí: es la prueba de la publicidad que hemos contratado, sale el anuncio hoy a la una en Católica Televisión”.

Entonces entra un gancho, un señor de unos cuarenta años. Luis Alejandro le pone un taburete, entre el mío y el del minero.

“Este señor vino a verme. Tenía la barriga así de hinchada y me dijo que le tenían que sacar sangre. Yo le dije: me río de tu enfermedad. Le hice un tratamiento de mes y medio con el hongo Ganoderma. Ya no va a ir nunca más al doctor”. El hombre asiente con la cabeza pero no dice nada. El viejito minero le mira y le examina con curiosidad.

Ante la impaciencia que nos devora, Luis Alejandro empieza por fin a enseñarnos el producto.

“El café no es un lujo”, dice, “es una necesidad”. Nos enseña unas bolsitas de café de hongo Ganoderma. Se dirige al viejito minero: “Señor, cada una de estas bolsitas equivale a veinte platos de pescado”. ¡Veinte platos de pescado! La verdad, le digo a Luis Alejandro, es una suerte que ya no haya emperadores chinos. Me sonríe y remacha: “Y también tenemos la comida del astronauta: ¡Spirulina Cereal!”.

Él sigue con el viejito: “¿Cuánto pagaría usted por veinte platos de pescado?”. El viejito calla. “Pues estos sobres de café le cuestan solo 20 bolivianos cada uno (unos dos euros). Y pronto su precio se triplicará el doble. Ahora le vendemos esta caja con descuento a 110 bolivianos pero pronto valdrá 200. Y cuando usted va comprando productos, va acumulando su puntaje. Si llega a 1.800 puntos, usted ya es agente estrella de nuestra compañía. Luego puede llegar a agente estrella cualificado, a diamante, a corona, a ejecutivo. El agente diamante puede ganar 8.000 dólares mensuales. El ejecutivo, de magnitud global, gana hasta 300.000 dólares. Con el internet, su puntaje se registra globalmente”.

“El otro día vinieron los directivos de la compañía a La Paz a dar los cheques. A una señora paceña, una chola con su sombrerito, sus trenzas y su pollera larga, le dieron un cheque de 8.000 dólares. Ella no ha estudiado pero sabe hablar, sabe vender, se ha capacitado dentro de la compañía, y esa señora va a seguir escalando y puede ganar más que el presidente de la República. El Evo gana 14.000, usted puede ganar 100.000 dólares”.

Abrumado por la promesa de tanta riqueza y de una salud inmortal, decido oxigenar mi cuerpo. Me levanto, lo siento, tengo que marcharme, luego pasaré a comprar el café con hongos. El viejito aprovecha y sale conmigo. Ya en la calle, me dice:

-¿Será verdad? En internet habrá que mirar.

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8 Comentarios Dejar comentario

  1. Es genial. Aquí en tiempos de posguerra, me cuenta mi padre, tambien se vendia «el Hongo» que servía para todo. La inventiva humana no conoce tiempos ni fronteras.

    • Ander Izagirre #

      No conocía lo de «el hongo». ¿Era algo así como el ungüento amarillo, que tampoco sé lo que era?

  2. ¿En bolsas de café? ¡Por favor! Un vasco como tú tendría que haberle dicho que, los hongos, al horno o en revuelto.

    • Ander Izagirre #

      Ya, pero creo que estos se los sacaban de los pies a los malayos. Totalmente garantizado.

  3. Cuidadín con los hongos. Es como reírse de las cualidades de la corteza del sauce y luego darle a la aspirina cual cosaco. Seguro que la publicidad exagera, pero…

    (Apunte nostálgico: http://eresfea.blogspot.com/2007/09/ganoderma-lucdum-y-un-atisbo-de-elogio.html)

    • Ander Izagirre #

      Cuando la corteza de sauce te permita llegar a agente diamante y ganar más que el presidente de la República, me avisas, agente del mal.

  4. Era una masa gelatinosa que se mantenía en agua y si cortabas un trozo se reproducía. Aquí te dejo un texto que he encontrado.
    «Mucha gente tratando de prevenir futuras dolencias se han hecho con el «Hongo
    Milagroso» que vacuna contra todos los males, también contra el hambre, tomando
    diariamente una tacita del té, en el que está sumergido y del que vive. Se obsequia a familiares
    y amigos con un pedazo, con la idea de que se les hace un regalo muy valiosos. Repitiendo la
    operación este trozo crecerá ininterrumpidamente hasta llegar a los 25 o 30 cm. de diámetro.
    Si se le saca del caldo se apergaminará, pero volverá a vivir y crecer si de nuevo se le introduce
    en el líquido, aunque haya pasado mucho tiempo. Su aspecto no es precisamente apetecible, y
    supongo que su sabor tampoco debe de ser agradable».

  5. Arantza #

    Jo, pero la ilusión de que, por un rato, se te pueda curar todo con un hongo de nada (con la fimosis, no sé, pero con el pie de atleta seguro que puede)…
    ¿No está pasando o ha pasado algo parecido aquí con las bayas goji (excepto lo de los puntos, que a eso no se ha llegado)?

6 Trackbacks

  • Ander Izagirre - Que no se entere el emperador chino: "Cúrese con un producto impactante de magnitud global totalmente garantizado". http://t.co/9apxyhw2
  • Ignacio Lago - Genial artículo de @anderiza: "Cúrese con un producto impactante de magnitud global totalmente garantizado". http://t.co/A837CFfe
  • Ander Izagirre - Cúrese con un producto impactante de magnitud global totalmente garantizado: En la antigua China solo lo consumí... http://t.co/TDwxF4SV
  • mlmania - Leer Cúrese con un producto impactante de magnitud global totalmente ...: ... nos pone un vídeo atronador de la ...…
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  • gentedigital - Cúrese con un producto impactante de magnitud global totalmente garantizado, última entrada de @anderiza http://t.co/7afQHLym

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Escribo con los veinte dedos.
Kazetari alderraia naiz
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