De Tenorio, don Juan solo tenía el nombre, porque su voz era grave y nasal, como cuando un conductor pisa el acelerador sin haber metido la marcha. Nada seductora, la verdad. En clase competíamos por ver quién le imitaba mejor…
De Tenorio, don Juan solo tenía el nombre, porque su voz era grave y nasal, como cuando un conductor pisa el acelerador sin haber metido la marcha. Nada seductora, la verdad. En clase competíamos por ver quién le imitaba mejor…