Allendegui

(Foto de Tim Pierce)

Leo a través del Huffington Post una entrada del blog de Juan Cole, Informed Comment, sobre la biblioteca del centro de detención de Guantánamo. Lo primero que me llama la atención es el gran fondo con que cuenta: 13.500 libros para 229 reclusos. Y lo segundo, que los tres más solicitados sean:

1. Las novelas de Harry Potter.

2. El Quijote.

3. Dreams of my Father, de Barack Obama.

¿Por qué esos tres? Me da que pensar. Mi intuición es que con el cambio de gobierno en Estados Unidos, Obama envió 13.492 copias de su libro a Guantánamo para cerciorarse que todos los presos se lo leían. Los siete libros de Harry Potter son para que los presos sigan soñando. Y el Quijote, para que se acuerden de Cervantes y lo que tuvo que sufrir preso en Argel durante cinco años sin biblioteca alguna, y así vean lo misericordiosos que son en Guantánamo.

Aprovecho y os lanzo la pregunta.Si tuviérais que ir a la cárcel, ¿qué tres libros os llevaríais?

Parece que uno de los recursos que utiliza Estados Unidos para torturar a los presos de Guantánamo es la música. La «tortura musical», la llaman. Hay todo un repertorio de canciones que suenan una y otra vez a todo volumen en las celdas de los reclusos hasta minar su moral. A veces la misma canción se escucha repetidamente durante horas, incluso días. Dicen que es sumamente efectiva, y que los presos terminan desquiciados, gritando y golpeando la cabeza contra las paredes de la celda. ¿Qué canciones son capaces de provocar semejantes reacciones? Estas son algunas: «Enter Sandman«, de Metallica, «Hell´s Bells«, de ACDC; «Bodies«, de Drowning Pool; «Stayin´Alive«, de los Bee Gees, «We will Rock You«, Queen; «March of the Pigs«, de Nine Inch Nails; y una canción que mi hija mayor ha escuchado miles de veces, hasta ahora sin aparentes consecuencias… «I love you», del dinosaurio Barney.