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Estampas de Tenochtitlán: Chicle y pega

Salí de «Los Danzantes«, en el barrio de Coyoacán, con prisas porque estaba lloviendo y llegaba tarde a una cita. Después de zampar un copioso almuerzo, estoqueado con un churro relleno de rompope, que se deslizó con dificultad esófago abajo, apuré la carrera sobre la acera deslizante.

A punto estuve de irme de bruces contra el árbol de la foto, un tronco tapizado de chicles mascados al que pude haberme quedado adherido, indefenso como una mosca. Ante semejante imagen, entendí como nunca la expresión mexicana «chicle y pega», que significa que, si hay suerte, podrá lograrse aquello que se quiere. En este caso, el chicle, por suerte, no pegó.

Del «efecto Menéame» al «efecto cabréame»

(Foto de Lamont Cranston)

El martes pasado sufrí en mis propias carnes el llamado «efecto Menéame», que Wikipedia define como el inesperado incremento en las visitas de una web cuando una noticia o post llega a la portada del sitio de recomendaciones Meneame.net, «cosa que puede llegar a bloquear al sitio enlazado», como efectivamente me ocurrió.

El culpable fue un post de una foto «eufemística», pero eso es otra historia, porque lo llamativo del día en realidad fue el «efecto cabréame» que padecí poco después, cuando me comuniqué con mi servicio de hosting para que restablecieran el acceso a la base de datos de mi blog. Después de la avalancha de visitas, allendegui.com estuvo inaccesible durante varias horas, hasta que finalmente la compañía que aloja mi bitácora optó unlateralmente por desactivarlo. Cuando me enteré, los llamé iracundo:

– Buenas noches, oiga, tengo mi blog alojado en su servicio de hosting y hoy, unilateralmente y sin previo aviso, interrumpieron el acceso a la base de datos y dejaron inaccesible el blog. ¿Cómo es posible?

– Lo sentimos estimado cliente, pero tuvimos que tomar esa determinación ante el elevado número de consultas que experimentó nuestro servidor. Creemos que hay algún tipo de problema en su base de datos, así que la solución que le planteamos es que nos escriba un correo electrónico explicando las medidas que ha tomado para resolver el problema y entonces nosotros procederemos a analizarlo y, de quedar resuelto, restableceríamos el acceso a la base de datos.

– Oiga, perdone, que le interrumpa, pero mire, ahora mismo no me interesa que ustedes analicen nada, sino que restablezcan de inmediato el acceso a la base de datos y después analizamos lo que ustedes quieran.

– Señor, lamentablemente no podemos hacerlo, la solución que le planteamos es que nos escriba un correo electrónico explicando las medidas que ha tomado para resolver el problema…

– Perdone que le diga, pero no hay ningún problema en mi base de datos, simplemente lo que ha ocurrido es que escribí un post que resultó ser muy popular y el «efecto Menéame» causó un aumento inesperado en el número de visitas, ¿sabe lo que es el «efecto Menéname»?

– Sí, señor, estoy enterado de Menéame, pero yo le estoy dando la solución. La solución que le planteamos es que nos escriba un correo electrónico explicando las medidas que ha tomado para resolver el problema y entonces nosotros procederemos a analizarlo…

– A ver, ¿usted se da cuenta de que no existe ningún problema, de que lo que ha ocurrido es que ha habido un post muy exitoso que ha provocado este aumento, y que con esta discusión peregrina lo único que estoy logrando es perder más visitas?

– Lo sé señor, lo lamento, por eso le estoy dando una solución… la solución que le planteamos es que nos escriba un correo electrónico explicando las medidas que ha tomado para resolver el problema y entonces nosotros procederemos a analizarlo y, de quedar resuelto, restableceríamos el acceso a la base de datos.

– Mire, usted no me está entendiendo. ¿Podría hablar con su supervisor? ¿con un superior? ¿con su jefe?

– lamentablemente señor no le puedo pasar con nadie, yo no le puedo pasar esta consulta a un compañero…

– Pues entonces solucióneme el problema usted y tan contentos…

– Señor, eso tampoco lo puedo hacer, pero le estoy dando una solución. La solución que le planteamos es que nos escriba un correo electrónico explicando las medidas que ha tomado para…

– ¡Pero qué cerrado es usted! ¿No se da cuenta de que no puedo tomar ninguna medida más que pedir amablemente a mis lectores que dejen de leer mi blog porque me lo han saturado? ¿Se da cuenta del absurdo que sería eso?

– Sí, lo sé, pero es que yo le estoy dando una solución, que me envíe…

En este punto me sentí en un programa de cámara oculta, me parecía inaudita la conversación que se estaba desarrollando en el teléfono.

– Oiga, ¿sabe que si grabaran esta conversación y la reprodujeran en un programa de humor, la gente se moriría de risa y creerían que es ficticia?

– Pues señor, mire, yo le estoy dando la solución… escríbamos un mail…

– Pero, ¿No le he dicho que no puedo solucionar nada porque no hay nada que solucionar? Por lo visto la solución va a ser que me cambie de proveedor de hosting.

– Señor, la otra posible solución es que se pase a otro de nuestros planes de servidor dedicado, así no tendría más problemas.

– ¿Pero se da cuenta de que ahora lo que está haciendo es venderme la moto? ¿Ustedes me están cobrando un dineral por este servicio y ahora me dice que no funciona, que me tengo que pasar a otro porque en el que tengo ahora corro el riesgo de morir de éxito? Esto es increíble. ¿Me puede pasar con un supervisor?

– No, no puedo pasarle con otro compañero.

– Pues entonces solucióneme el problema.

– Ya le estoy dando la solución. Escríbanos un correo electrónico explicando las medidas que ha tomado para resolver el problema y entonces nosotros…

Harto ya de semejante diálogo de besugos, opté por el surrealismo….

– Oiga, ya le envié el correo.

– No lo he recibido.

– Sí, mire ahora, tiene que haberlo recibido, fíjese.

– No, no, no lo tengo.

– A ver, pruebe ahora.

– No, no, no ha llegado, y puede tardar, entre unos minutos y media hora…

– Pero vamos a ver, si es un correo electrónico, ¿cómo va a tardar media hora? Lo tiene que haber recibido.

– No, no lo he recibido. Espere un momento, por favor.

Al cabo de dos minutos.

– No, no he recibido nada.

– Sí, tiene que haber recibido algo. Yo le escribí diciendo que no había nada que cambiar.

– No, no recibí nada, y tengo que seguir trabajando, así que si no le puedo ayudar con nada más, voy a tener que colgar.

– No, sí, ayúdeme. Resuélvame el problema, por favor, restablezca el acceso a la base de datos.

– Ya le he dicho la solución. Escríbanos un correo electrónico explicando las medidas que ha tomado para resolver el problema y entonces nosotros procederemos a analizarlo y, de quedar resuelto, restableceríamos el acceso a la base de datos.

– Pero ya se lo he enviado.

– No lo he recibido.

– Pero mire, que ya se lo envié.

– No, no lo he recibido.

– Sí, fíjese bien, ahí le digo que no tengo ningún problema y que me restablezca la base de datos…

– Lo que tiene que hacer es escribirnos correo electrónico explicando las medidas…

– Agggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! esto es como hablar con una pared. Me ha dejado agotado, no puedo más. Adiós.

ACLARACION: Después de este incidente con la empresa 1and1 (con la que tenía su Pack Business Plus, supuestamente «la solución óptima para empresas»), cambié de proveedor y ahora estoy feliz y contento con Bluehost… al menos hasta que me digan que tienen que analizar algo.

Las bicicletas no son para el verano

Pese a que dicen que las bicicletas son para el verano, este aparcamiento de bicis está cerrado. Habrá que esperar al invierno.

Los «incidientes» de Bike

(Foto de Sappymoosetree)

Hablábamos de cosas desagradables como ortodoncias, empastes, caries y gingivitis cuando Arturo se acordó del diente de «Bike».

A «Bike» no le gustaba su nombre, Vicente Pérez, y por eso se autodenominaba «Bike». Durante la universidad tuvo un accidente y se le cayó uno de los dientes caninos, pero en lugar de ir al dentista a arreglarlo, él mismo se lo acomodó como pudo. El diente quedó bailando, sometido a los vaivenes de la vida.

Una vez, cuenta Arturo, Bike y sus amigos estaban desternillándose de risa. Y tanto se carcajeaban, que  el endeble canino de Bike se zafó y salió volando. El colmillo describió una parábola, rebotó en el suelo y, con gran destreza, Bike lo cazó al vuelo, lo reinsertó en su hueco sin inmutarse y siguió riendo.

En otra ocasión, durante una comida multitudinaria, Bike sufrió otro «incidiente». Su canino flojo volvió a abandonar la mandíbula para caer esta vez sobre una mullida cama de arroz. Ninguno de los comensales se dio cuenta, así que Bike, nuevamente con gran pericia y armado con un cucharón, se abalanzó antes que nadie sobre la fuente para rescatar su diente, mimetizado entre los granos de arroz. Una vez en su plato, se llevó a la boca un montículo de arroz sobre el que se arrellanaba el diente y en un par de movimientos de lengua se lo volvió a acomodar en su sitio.

Pero el colmo del colmillo fue cuando Bike, en un despiste monumental, se tragó su propio diente. Sin desesperarse, pacientemente, aguardó a que el susodicho fuera expulsado gloriosamente por el esfínter. Lo sacó de entre los excrementos como si fuera una pepita entre arenas auríferas, lo lavó y, muy ufano, lo colocó en su sitio.

¿Y cuál es la moraleja de la historia? Pues que cuando se tiene un canino flojo, hay que estar muy pendiente.

Feliz Navidad

(La tarjeta es obra de J. basándose en esta foto)

Queridos lectores y querida blogosfera en general:

Os deseo una muy Feliz Navidad. Que aprovechéis estas fechas de paz y alegría para «meteros» en el Portal de Belén como un personaje más y así poder vivirlas muy cerca del Niño Dios.

El primer relatweet ve la luz

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(La portada de es Javier Muñoz, J)

La aventura del primer relatweet llegó a su fin y el resultado ya está disponible en PDF. Podéis descargarlo, leerlo, compartirlo y disfrutarlo sabiendo que es una parte de la historia de Twitter en español. También está disponible en mi blog, donde incluyo el enlace a cada uno de los tweets que componen la narración para que veáis los detalles de cómo se hizo todo.

He aprendido muchas cosas con la experiencia, no sólo de cómo funciona la creación literaria en Twitter sino en general sobre las limitaciones y ventajas de esta herramienta. Aunque no lo concebí como un experimento científico, había una hipótesis clara, y es que se puede crear un relato coherente utilizando Twitter. El resultado así lo demuestra. Sin embargo, mi objetivo no era obtener datos cuantitativos ni manipular variables ni, de momento, replicarlo de inmediato. Pero he observado algunas cosas que, aunque carentes de rigor científico, pueden servir de apuntes:

1. El carácter colectivo del relato hace que los usuarios teman hacer giros drásticos en la acción, supongo que para no condicionar demasiado al que venga después. Por eso hubo momentos en que la acción se estancó y se sucedían los tweets descriptivos, en lugar de hacer avanzar la narración. En el relatweet, la libertad del otro define dónde empieza la tuya.

2. La diferencia horaria entre los distintos colaboradores dificultó la participación y el seguimiento del relato. La gente que escribía por la mañana, desaparecía por la tarde y al día siguiente se encontraba con un panorama completamente distinto.

3. Los propios usuarios se encargaron de rectificar el rumbo de la narración cuando alguno introdujo elementos confusos o incoherentes con el relato general, recurriendo a ingenios como sueños o efectos de pastillas para justificar salidas de la línea argumental.

4. Gracias a la diversidad de los colaboradores, el lenguaje incluyó modismos propios de los distintos castellanos de Iberoamérica pero sin llegar en ningún momento a dificultar la comprensión para el lector general.

5. La concentración de los colaboradores en el desarrollo de la trama hizo que se pasaran por alto cosas tan elementales como el nombre del protagonista principal, que a estas alturas todavía no sabemos cómo se llama, y a cambiarle el nombre a la protagonista, que llegó a llamarse Sonia, Susana y Ana.

6. La paradoja de los seguidores. Cuando empecé el relatweet, pensé que el no tener un número alto de seguidores limitaría las posibilidades narrativas y que habría menos colaboración. Sin embargo, por otro lado, con demasiados seguidores hubiera podido tener problemas para coordinar las distintas respuestas que se hubieran podido dar a la vez. No hubo ningún caso en el que se escribieran dos tweets distintos al mismo tiempo por dos usuarios distintos.

7. ¿La duración ideal? Inicialmente no pensaba poner un plazo para terminar, pero decidí ponerlo siguiendo el consejo de mi amigo Andrés García, después de ver una caída drástica en la participación en el tercer día.  Temía que el «cadáver exquisito» se convirtiera en cadáver a secas. Mi conclusión es que es difícil mantener el interés de un proyecto como éste durante demasiado tiempo.

8. ¿Quién lo termina? Relacionado con lo que decía al principio, el carácter colectivo del relato hace que los colaboradores sean reacios a terminar el relato, y prefieren ceder ese «honor» a otro. Nadie se quiere jugar y ponerle fin a un proyecto común sin sentir que tienen suficiente apoyo para hacerlo.

Y como no quiero aburrir, ahí lo dejo.

Algunos datos

Para los aficionados a las estadísticas, os cuento que participaron 39 usuarios de Twitter de al menos siete países: Argentina, Chile, Ecuador, España, México, Perú y Venezuela.

El relato comenzó a escribirse el 29 de noviembre a las 11:11 PM y se terminó a las 7:19 PM del 4 de diciembre, y en total se utilizaron 214 tweets para completarlo.

Ya he empezado a recibir tweets de usuarios que quieren que empecemos otro relatweet, así que habrá más en el futuro. Estad atentos.

Por cierto, a cuento de este cuento, el Diario de Navarra me entrevistó e hizo un pequeño reportaje al respecto, por si queréis leerlo.

Muchas gracias de nuevo por vuestra participación.

«No me iría de tapas con Contador»

(Cortesía: The Daily Show)

«No me iría de tapas con él». Así de contundente fue el heptacampeón del Tour Lance Armstrong cuando Jon Stewart le preguntó en el Daily Show sobre su relación con Alberto Contador. Os reproduzco el diálogo por si alguno tenía dudas sobre el distanciamiento entre el texano y el ciclista español.

Lance Armstrong: La carrera (el Tour 2009) estuvo muy igualada hasta el final. Incluso faltando seis días había 20 corredores en un margen de seis minutos. Pero el que ganó, Alberto Contador, es un buen ciclista.

Jon Stewart: Es un buen corredor, pero leí sus declaraciones poco después, tú estabas en su equipo, creo que fuiste muy amable con él, cuando se puso de líder dijiste que serías uno de sus gregarios para ayudarle a ganar y pareció un poco…, un poco…

LA: Sí, no era una gran relación

(risas del público)

JS: No sé la palabra en español, pero…

LA: No me iría de tapas con él…

JS: Sí, seguro que no…

LA: Es un buen corredor, en fin, lo que sea…

Mi conclusión: Armstrong no traga a Contador ni siquiera con un vinito de Jumilla y unos pinchos de tortilla. Supongo que, en el fondo, más que las tapas, prefiere las etapas.

El desenlace del relatweet

Hoy viernes es el último día para terminar el relatweet. Los que no habéis participado tenéis vuestra última oportunidad de hacerlo e inscribir vuestro nombre en la historia de Twitter. Os dejo el primer párrafo y el enlace a lo que se lleva escrito para que os inspiréis en el final.

Se despertó sobresaltado, sudoroso entre un hojaldre de sábanas. Extendió la mano, y a tientas encontró el frasco con su pastilla. Al sentir en su mano el suave tacto de la cápsula, volvió a recordar los hechos que le habían llevado allí. Un barco demasiado viejo, una mujer demasiado joven y la promesa de un trabajo que nunca llegaría (sigue)

Recta final del Relatweet

Acabo de publicar el tercer capítulo del Relatweet. La trama ha ido avanzado. Está siendo un experimento muy interesante y llegó el momento de ponerle un plazo para terminarlo. La idea es que este jueves escribamos el cuarto capítulo para rematar la historia el viernes. A los que habéis colaborado con el relato, os animo a seguir haciéndolo. A los que todavía no han escrito nada, os invito a hacerlo de aquí al viernes. En la cabecera del blog he incluido un enlace al Relatweet para que podáis leer los tres primeros capítulos. Una vez terminado el texto, lo publicaremos en formato pdf para su distribución. Así que id pensando en un título y, los artistas, en una portada. Estamos en la recta final de un proyecto pionero.

El relatweet echa a volar

(Foto de David Paul)

Empezó como un experimento incierto, pero el relatweet se está poniendo interesante. Acabo de hacer la consolidación del primer día de colaboraciones y ha salido un texto bastante coherente. Aquí lo podéis leer. Tuve que eliminar un par de tweets que quedaban fuera de la línea argumental y por ello pido disculpas a los que los escribieron. También hice ediciones mínimas para poner comas, puntos y tildes. Pero el resultado ha sido mejor del esperado. A todos os doy las gracias por la colaboración. La clave será mantener el compromiso durante los próximos días.

Si seguimos a este ritmo, podríamos llegar a tener una novela. Una observación. He detectado cautela a la hora de hacer avanzar el relato. No tengáis miedo a mover la línea argumental hacia donde se os ocurra. Ni tampoco escribir dos, tres o más tweets consecutivos. Es parte del experimento. También es importante leer bien los tweets previos antes de escribir uno, y mantener una visión de conjunto del relato. Mucho ánimo y a seguir escribiendo.