El nostálgico trinar de los pájaros
(Foto de Suneko)
Juan vivía muy feliz en O Bolo, un pueblecito de la provincia de Ourense. Cuando se casó con Adelina hace sesenta años los dos se mudaron a Cambela, otro pueblo del mismo ayuntamiento a unos ocho kilómetros de distancia por la Antigua Carretera de Valbuxán.
Los primeros meses fueron muy difíciles para Juan. Se le veía taciturno y sus ojos no brillaban como antes. Un día le preguntaron los del pueblo qué era lo que le pasaba. Se quedó callado unos momentos y, levantando la vista hacia un árbol donde se posaban dos gorriones, respondió: «Os paixariños non cantan igual aiquí que en O Bolo*».
Y que le cuesta a Juan caminar 8 kilometros a O Bolo todos los dias… le sirve de ejercicio y le vuelve el brillo a los ojos; que mejor incentivo.
Gracias por la traduccion, por un momento pense que se te habia descompuesto el teclado…
Se podría convencer a los paixariños para que hicieran unos bolos en Cambela.
V. , es una buena idea, pero después de caminar ocho kilómetros uno tiene pocas ganas de escuchar pájaros boleses.
realmente el Bollo, y todo lo que hay en él, el color de la tierra, el verde de los árboles, el olor, la sombra, la luz, el canto de los pájaros, los geranios, la piedra, el tejado…. todo, absolutamente es inigualable.
La morriña. Los morriños.
Qué buena anacrónica.
Pues soy de las pocas que no necesitan traducción. ¡Hay que ver, años huyendo del gallego, y me lo encuentro en un blog de un navarro en las américas!
Os paxariños cantan meior cando mais preto estás do teu lar.
Ten morriña da súa terra, non dos merlos.
(Los pajaritos cantan mejor cuanto más cerca estás de tu hogar. Tiene nostalgia de su tierra, no de los mirlos… y digo yo que serían mirlos, porque no creo que sean las grullas o los cuervos).
¡como entiendo a juan!
bicos,