Una promesa en Facebook que se convirtió en restaurante libanés
(Foto de LiliVanili)
Hoy me encontré con C. y le pregunté si había ido al gimnasio.
Me miró con una risita avergonzada.
– Noooo, tengo que ir, tengo que ir… pero hoy no fui capaz…
Yo se lo preguntaba porque horas antes había leído su «status» de Facebook: «pensando en que debería ir al gimnasio en algún momento», decía.
– Entonces lo pusiste para presionarte a hacerlo, para motivarte con la presión social de Facebook, le respondí.
Ella asintió.
Me quedé reflexionando sobre frase y publiqué la siguiente reflexión en Twitter:
«Publicar un propósito como status en Twitter o Facebook es una forma de obligarse socialmente a cumplirlo».
Me contestó Rodrigo, un emprendedor abogado chileno a quien no conocía de nada.
«Dímelo a mí. prometí en FB que si conseguía 1000 seguidores abría un restaurant libanés. Tuve 1500 en la semana…»
«¿Y lo abriste?», le interrogué.
«En eso estoy, viajo a Beirut el miércoles!»
Me pregunto qué hará con los 500 seguidores que le sobraron.
Siempre se pueden cambiar por un Whopper.
Claro, te vas a Beirut, le dices a un restaurador que te deje abrir la puerta de su restaurante… y ya está, ya has abierto un restaurante libanés.