La Casa de la Juventud de Colmenar Viejo (Ctra. Hoyo de Manzanares, 16) acogerá el próximo 22 de marzo, a las 20:00 h, la presentación de Todos los gatos negros por fin son buenos, la primera novela de la escritora colmenareña Maite López Álvarez. Con más de 20 años a sus espaldas dando clases particulares de inglés, Maite López Álvarez se marcó un objetivo en su vida cuando era niña y mientras sufría una enfermedad grave que la obligó a pasar por diferentes hospitales de Alemania: ayudar de alguna forma a los demás.
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gentedigital.es
13/3/2012 - 20:51
Con más de 20 años a sus espaldas dando clases particulares de inglés, Maite López Álvarez se marcó un objetivo en su vida cuando era niña y mientras sufría una enfermedad grave que la obligó a pasar por diferentes hospitales de Alemania: ayudar de alguna forma a los demás.
Comenzó a avanzar hacia esa meta formándose en técnicas naturales de relajación y psicoterapia; colaboró como voluntaria en la asociación ANDE; y participó en un proyecto de la escuela del Hospital La Paz con técnicas de relajación por medio del sonido de los Cuencos Tibetanos, dirigidas a los niños y a sus padres en las Unidades de Oncología Infantil y Trasplantes de Órganos.
En el 2002 creó, dirigió y fue Presidenta de la Asociación de Actividades Psicoafectivas para el Niño Hospitalizado (APNH), cuyo espíritu era acompañar a los niños enfermos y a sus padres en los procesos hospitalarios. Esa etapa marcaría un antes y un después en su trayectoria profesional y un cambio personal muy profundo.
A partir de entonces, combinó su trabajo en los hospitales con su consulta particular y las clases de inglés. Además, escribió algunos artículos para la revista del aula hospitalaria. Desde hace cinco años, Maite López Álvarez únicamente dedica su tiempo a seguir formándose, aprender a tocar el violonchelo, la enseñanza y la escritura. Aunque está trabajando en varios libros, Todos los gatos negros por fin son buenos es el título de la primera novela que publica.
Algunos de sus personajes están inspirados en sus mascotas: los gatos Ricky y Fermín, la gata Luna y su caniche Perla. El personaje de la bruja Brújula está inspirada en su abuela, “la persona que me inculcó el amor por los animales y me enseñó las lecciones más importantes que se deben aprender cuando se es niña”.
Para ella, “mis mejores maestros son los niños”.
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