Noticias de Valladolid

En los últimos meses he pasado demasiado tiempo yendo y viendo al hospital, aunque el resultado ha sido, está siendo, tremendamente positivo. Primero fue Diego, al que ‘enterramos’ dos veces y que ahora está hecho un machote en su Extremadura natal. Después fue Paula, una niña de 11 años a la que aún no conozco, con leucemia. Paula está respondiendo bien a la quimio así que las expectativas son estupendas. Ambos casos han sido y están siendo tratados en la sanidad pública, en el Río Hortega, un hospital que tampoco se libra de los recortes. En estos meses en los que a los funcionarios, los que trabajan en los hospitales también lo son, se les está ninguneando y que para algunos son la solución a la crisis reduciéndoles los sueldos, los días de permisos y las pagas extras, etc., he podido comprobar que son uno de los mejores activos con los que cuenta el país. Su profesionalidad ha sido y sigue siendo excepcional. Su atención y su afecto no han disminuido ni un ápice, pese a ser el centro de los recortes económicos y su disgusto e indignación son patentes.

Vaya desde aquí mi reconocimiento para todos los funcionarios públicos que hacen que funcione el país, para todos esos trabajadores de la administración que hacen que la máquina no se pare y continúe dando los resultados esperados. La dejadez, la vagancia, el conformismo y los excesos de algunos no pueden empañar el gran trabajo de la mayoría.

Llega septiembre, ¿qué nos quedará por ver?

Publicado el 3 de septiembre de 2012 a las 09:15.

               

Primero fueron los concursos para la creación de las marcas 'Tierra de Sabor' y 'Marca Territorio' y ahora es con la 'central de compras'. Esta última acabará como las dos primeras: contratando a cualquier empresa que no sea de Castilla y León. Está claro que la pequeña y mediana empresa lo tiene complicado para acceder a concursos públicos en la Comunidad.

La Consejería de Sanidad tiene en pie de guerra a las empresas suministradoras de material sanitario. El anuncio de la creación de una ‘central de compras’ para conseguir ahorrar en la adquisición de suministros no ha sentado nada bien a los empresarios de Castilla y León que se dedican a este sector. El por qué es más que razonable. Resulta que, en la actualidad, los centros de salud hacen sus compras de manera independiente favoreciendo la competencia entre los pequeños y medianos empresarios de la región, al haber mercado suficiente para todos ellos. Con la centralización de las compras, los muchos pequeños pedidos se convierten en sólo uno muy grande que deberá adjudicarse por concurso, y a éste sólo podrán optar las grandes empresas del sector, que curiosamente ninguna tributa ni es de Castilla y León. Alguno se preguntará que por qué, pues porque las administraciones tienen tendencia a preseleccionar a los aspirantes con la 'calificación' empresarial, la cual depende de cuánto hayan facturado en el ejercicio anterior. Lo que quiere decir que sólo las grandes empresas son las que se presentan.

¿Cuántas empresas tendrán que cerrar de llevarse a cabo este avance en el ahorro sanitario? ¿No hay otras formas de reducir costes en la sanidad pública sin tener que destruir tejido empresarial? ¿Por qué no empezamos por reducir el gasto farmacéutico personalizando los tratamientos? ¿Por qué no se controlan más las bajas médicas para luchar contra el fraude? En este país tenemos la costumbre de atizar siempre a los pequeños y olvidarnos de los grandes. ¿Es que nadie tiene arrestos para enfrentarse a las industrias farmacéuticas? Supongo que será más sencillo perjudicar a nuestros pequeños y medianos empresarios suministradores de material sanitario de aquí que fastidiar a las grandes empresas de fuera de la región.

Entiendo que es ilegal que por ser de Castilla y León te tengan que adjudicar un contrato en tu propia Comunidad, aunque esta práctica sea común en otras regiones. Ahora bien, lo que si pido es que se le de la oportunidad de participar a nuestras empresas porque la designación de la calificación para participar en un concurso es algo arbitrario. Además, la Ley de Contratos del Estado ofrece fórmulas suficientes para que todo el mundo pueda tener acceso, al menos, a participar, que es lo mínimo.

A partir de aquí, 'el que más chifle, chiflador'.

Publicado el 3 de diciembre de 2010 a las 12:15.