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Así esta siendo esta semana y lo que nos queda aún. La modificación de la Ley Electoral por la que quedan ‘prohibidas’ las inauguraciones, presentación y resto de actos susceptibles de ser ‘electoralistas’ más allá del día 28 de marzo ha convertido esta semana en una auténtica ‘Semana de Pasión’.
Claro está, que la ‘Pasión’ está siendo entendida de manera distinta según de quién se trate. Para los que inauguran, presentan, firman o visitan obras es una ‘Pasión’ entendida en el sentido más positivo del término, pues es un placer hacerse la foto correspondiente con lo prometido en la campaña pasada. Aunque para algunos llega a convertirse en un auténtico martirio por el palizón de kilómetros recorriendo la provincia, la comunidad o el término municipal. Esta sensación de ‘pesar’ es compartida por la oposición, la cual, en el mejor de los casos, asiste a los actos en calidad de invitada y como relleno en la foto. No les quiero ni contar cómo está siendo para los medios de comunicación, que siguen sin contar con el don de la ubicuidad.
Si la modificación de la Ley Electoral pretendía, además, que se ahorrase algo al no permitir estos actos durante precampaña y campaña, la jugada ha salido ‘rana’. Si también pretendía que nuestros mandatarios fuesen comedidos en estos actos ‘superfluos’, pues más de lo mismo, ¡agua! En lo único en lo que se ha notado mesura, ha sido en los ágapes que acompañan a este tipo de actos. En ellos ha brillado la austeridad. Normal, con el estómago vacío se anda más ligero y uno no se abotarga para llegar a más sitios y tener más actos en el día.
Publicado el 24 de marzo de 2011 a las 21:15.
