Vergüenza, indignación y decepción por la pantomima vasca
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¡ Vergüenza! Es lo menos que siento tras haber observado el antes, el durante y el después de la reunión de los 'apóstoles de la paz' en San Sebastián. Vergüenza pero también indignación por el desprecio que esto ha supuesto hacia las victimas del terrorismo de ETA y sus familiares, por aquellos partidos y organizaciones que, llamándose democráticos, se han prestado a esta patraña.
Vergüenza, indignación y decepción. Decepción con los Premios Nóbel de la Paz. Siempre pensé que los galardonados con el Nóbel, además de haber hecho méritos para ello, eran capaces de tener una visión ajustada a la realidad. La presencia y las palabras de Kofi Annan, refiriéndose al terrorismo de ETA como “la última confrontación armada de Europa”, no han hecho sino demostrar que un Nóbel de la Paz sirve fundamentalmente para que te paguen una pasta por firmar y leer una 'declaración' sobre algo de lo que no tiene ni idea.
Es una pena que los 'Indignados' no fueran a manifestarse también a las puertas de la 'Conferencia de Paz'. Será que esto no les indigna lo suficiente, o quizá sí, y a partir de ahora también vayan a visitar a los que han estado presentes en esta pantomima a gritarles: “que no, que no, que no nos representan, que no” y así Annan y compañía se enteran de quién les está pagando.Porque al final el problema es siempre el mismo, el de cobrar.
Quizá los demócratas y las asociaciones de víctimas del terrorismo tengamos que pagar a los Premios Nóbel para que nos apoyen contra los que asesinan, mutilan y destrozan familias, contra ETA.
Publicado el 20 de octubre de 2011 a las 16:45.
