La velocidad no es lo importante
Realmente da lo mismo ir a 110 que a 120 km/h. Que el Gobierno dice que así se ahorra gasolina, pues para él la perra gorda. Al fin y al cabo la mayoría conduciremos como hasta ahora: poniendo especial atención a las zonas en las que habitualmente hay radares para no sobrepasar la velocidad establecida. El problema del ahorro en España es mucho más grave y va más allá de si el precio del petróleo sube o baja. Ahora estamos a vueltas con la velocidad porque gracias a los intentos de democratización de Libia el petróleo está disparando su precio. ¿Alguien está planificando algo? ¿Qué pasará si también se inician revueltas en los países árabes que nos suministran el gas? ¿Apagaremos las calefacciones a las ocho de la tarde? ¿Y si son los chinos los que deciden democratizarse? ¿Qué tipo de recortes tendremos que hacer en nuestra forma de vida? A este paso me veo viviendo como Azarías y familia en ‘Los Santos Inocentes’.
La última medida junto al plan de renovación de los neumáticos es la del cambio de bombillas. Solamente oír lo que cuesta la sustitución de todas ellas y los años que tardaría en amortizarse dicha actuación se me ponen los pelos de punta. ¿No será más fácil cumplir con las Directivas de la Unión Europea sobre energías renovables? Este año nos lo hemos pasado por ‘el arco del triunfo’ y lo previsible es que en 2020 no cumpliremos lo establecido ni por asomo. ¿No será más fácil aprovechar lo que ya tenemos en lugar de empecinarnos con el cierre de las nucleares porque sí? Felipe González se paseaba con el ‘OTAN DE ENTRADA NO’ y a los cuatro días estábamos dentro y tan contentos. No quiere esto decir que estuviera equivocado sino que cambiando las circunstancias, debemos adaptar nuestros actos.
Quizá no sea este el momento más oportuno para cerrar Garoña, quizá ahora no y dentro de unos años sí. Ahora lo más importante es que no nos falte energía y Garoña la produce, y la produce barata. Está muy bien optimizar el uso de los carburantes, pero eso no debe ser una medida temporal, la opitimización tiene que ser abanderada de cualquier política energética.
Puestos a optimizar, también deberían hacerlo las administraciones ¿por qué ellas no ahorran? En este país el dinero lo tienen las administraciones y los ciudadanos son los que tienen que ahorrar. ¿No será mejor que sean los ciudadanos quienes tengan el dinero en el bolsillo y las administraciones las que den ejemplo de ahorro y optimización de los recursos? Si fuera así, los emprendedores no tendrían que andar mendigando el apoyo institucional y financiero para poder llevar a cabo sus proyectos con los que mejorar los rendimientos energéticos. Conozco a gente, como mi amigo Javier, que se las ve y se las desea para poder sacar adelante sus innovaciones en cogeneración energética. Aquí no consigue que se le abran las puertas, así que se ha tenido que ir al extranjero. ¿Es normal esto?
A veces pienso que a nuestros gobiernos no les interesa el ahorro energético ni las energías alternativas, lo único que les interesa es hacer el paripé de vez en cuando y seguir manteniendo el status quo de las grandes petroleras, que al fin y al cabo son quien controlan la capacidad y eficiencia energética del mundo.
Publicado el 4 de marzo de 2011 a las 09:30.