Reflexiones sobre el Torneo del Toro de la Vega
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El pasado martes leía con atención las palabras escritas por el director del Diario de Valladolid El Mundo, Vidal Arranz, sobre el Toro de la Vega y los argumentos esgrimidos por la responsable del PACMA, partido anti-taurino. Comparto con él todo lo que decía salvo una pequeña matización. En el artículo, Vidal Arranz expresa su convencimiento de que sirve de poco desmentir “que la mayor parte de los pecados que se le imputan no se ajustan a la realidad”. Con esto es con lo que no estoy de acuerdo. Creo que los que defendemos los festejos taurinos tradicionales, ya sean encierros, torneos o corridas de toros, no debemos flaquear en el desmentido cada vez que se mienta y ‘blasfeme’ sobre ellos. Sobre todo porque los grupos anti-taurinos no tienen ningún tipo de reparo en inventarse la realidad y adornarla cual película macabra.
A ninguno le duele en prendas decir que “el Toro de la Vega muere acribillado a lanzazos por decenas de personas”: MENTIRA. Si leyesen las normas del torneo sabrían que sólo es un lacero el que se enfranta al morlaco.
“Son cuatro salvajes los que defienden este tipo de atrocidades”: MENTIRA. Al Torneo de este año se calcula que han asistido al rededor de las 35.000 personas.
“La mayoría de la opinión pública está en contra de estos festejos”: MENTIRA. Si así fuera el PACMA tendría algún tipo de representación política y no hay más que ver el número de diputados, senadores o concejales que han obtenido en las últimas elecciones los partidos anti-taurinos para saber el respaldo mayoritario que tienen ellos.
Yo no les obligo a ellos a asistir a ningún festejo taurino ni a que coman carne o lechuga, por eso exijo que ellos me respeten a mí y a las tradiciones ancestrales de nuestros pueblos.
¿Estos no son los descendientes de los del ‘prohibido prohibir'? ¡Qué pronto se les ha olvidado!
Publicado el 20 de septiembre de 2010 a las 14:00.