Desde que se ensilla hasta que se monta
No es lo mismo predicar que dar trigo. Este dicho, que es meridianamente claro en su significado, resulta bastante difícil de entender para nuestra clase política dirigente. A todos A todos ellos, me da igual el signo político, se les llena la boca con medidas con las que solucionar los problemas generados por ellos mismos.
Les voy a poner un ejemplo que se repite en los dos partidos mayoritarios: la austeridad. Esta es la palabra de moda en ambas bancadas. Los populares la explotan principalmente en el ámbito nacional y los socialistas, por razonas obvias, la circunscriben a su ámbito autonómico y local. Con la manida crisis económica, ambos actúan de la misma forma: aplicar recortes y subir impuestos que únicamente afectan a la ciudadanía. Cuando la sociedad se les echa encima exigiendo que se apliquen ellos mismos la austeridad, anuncian medidas como la eliminación de empresas públicas, institutos de estudios, fundaciones, etc. ¡Pues muy bien hombre! La diferencia surge a la hora de aplicar unas y otras medidas. Las que afectan a la ciudadanía se toman hoy y entran en vigor mañana. Las que afectan a los ‘chiringuitos’ en los que están colocados amigos, primos y parientes se dilatan en el tiempo por la complegidad de las mismas. ¡Anda ya!
¡Hace dos años que Elena Salgado anunció el cierre de las 600 empresas públicas! ¿Cuántas han cerrado hasta ahora? Sin embargo, el IVA vuelve a subir el 1 de septiembre y la paga extra de Navidad ya es historia. ¿Así piensan cambiar la percepción que de ellos se tiene?
¡Lo llevan claro!
Publicado el 20 de julio de 2012 a las 14:30.