Dos equipos que en temporadas pasadas brillaron por su juego, Valladolid y Villarreal, han decidido poner fin a sus penas destituyendo a sus dos entrenadores para dar la alternativa a los respectivos técnicos del filial, ¿será suficiente para volver a la senda de los buenos resultados?
El 'submarino amarillo' se ha instalado entre los grandes gracias a una gran dosis de paciencia y de confianza. Se fue Pellegrini y pocos duraron que su sustituto, Ernesto Valverde, era un recambio de garantías para el chileno. Los primeros resultados fueron nefastos, pero Roig no cayó en la tentación y mantuvo a Valverde. La derrota contra Osasuna y la sensación que hay de que los veteranos de la plantilla no confiaban plenamente en el técnico cacereño, han supuesto la destitución de Valverde.
Por su parte, el Valladolid tenía un sello propio gracias a Mendilibar. Él fue el encargado de guiar al equipo al ascenso a Primera donde lo ha mantenido las dos últimas campañas. Su apuesta por la cantera y por un juego sin complejos le hicieron ganarse el favor del público de Zorrilla, pero su rechazo a firmar la renovación de su contrato y los malos resultados han llevado al club blanquivioleta a tomar medidas drásticas.
Curiosamente ambos equipos han optado por no contratar a nuevos entrenadores y han decidido dar la alternativa a los técnicos del filial. Como si de una empresa cualquiera se tratase, Valladolid y Villarreal han dedicido ascender a Onésimo Sánchez y a Juan Carlos Garrido. Ambos han logrado que sus respectivos equipos lleven una gran trayectoria en esta temporada. El Villarreal 'B' no ha acusado el cambio de categoría y despliega uno de los juegos más atractivos de la Segunda División. El Valladolid 'B' lidera con autoridad el Grupo VIII de Tercera División en el que ha encajado ocho goles en 22 jornadas.
Suerte a los dos, la necesitarán.
Publicado el 1 de febrero de 2010 a las 16:45.