Tiempo muerto

Se presentaba la tarde del domingo como el mejor espacio de la semana para practicar el 'sillón ball'. La final de tenis de Roma, una jornada decisiva en la Premier League, la Liga de Campeones de balonmano, la jornada de Liga de fútbol...al final, fue casi imposible abarcar todo.

Me decidí por la oferta de Televisión Española. Para comenzar, un atractivo Liverpool-Chelsea en La2 con el que contactaron a los dos minutos de haber empezado el partido. Un ejemplo más de maltrato a la Premier League cuyo paquete adquirió la cadena pública hace tres temporadas para dar un ejemplo de lo que no se debe hacer con una competición.

Horarios no cumplidos, elecciones un tanto extrañas de partidos, cambios de última hora de cadena...todo esto ha llevado al desencanto de una audiencia tal vez escasa pero muy fiel que primero virtió todas sus críticas en el blog que tenía el comentarista de la Premier José Manuel Díaz en rtve.es. Como siempre, el más perjudicado fue el menos culpable. El propio José Manuel anunciaba este domingo en 'Estudio Estadio' el desenlace de la Premier el próximo fin de semana. Uno de sus compañeros de programa le preguntaba dónde se podría ver el partido del Chelsea, a lo que contestó irónicamente: "¿Me preguntas eso a mí a estas alturas?".

Pero no quedó ahí el esperpento de la cadena pública. Ante los continuos parones en la final del Masters 1000 de Roma a causa de la lluvia, decidieron cortar por la sano y sin previo aviso dejar de emitir en Teledeporte el partido de la Liga de Campeones en el que el Ciudad Real se jugaba su pase a la 'Final Four'.

Un fin de semana televisivo en el ente público para olvidar que debería llevar a la reflexión a sus dirigentes.

Publicado el 3 de mayo de 2010 a las 16:45.

Un grupo de niños corretean detrás de un pelota o un objeto semejante sobre el descampado más próximo a la carretera, cubierto de césped o de tierra. Muchos de ellos están descalzos. Otros llevan algo parecido a unos zapatos o a unas zapatillas deportivas. A veces entre porterías delgadas, oxidadas. En otras ocasiones, éstas se inventan con lo que sea. Por ejemplo, dos piedras. Con una pobreza dolorosa a sus alrededores, los rostros infantiles olvidan el panorama, actúan como si la desgracia estuviese en otra parte y se toman sus partidos como actos festivos, con la competitividad por la bandera. Da igual si bajas por autopista desde Tánger a Rabat o si asciendes en el mapa marroquí de Fez a Chefchaouen. La escena no varía.

Marruecos vive por y para el fútbol, aunque también sientan un gran interés por el atletismo, el balonmano o el baloncesto. A la locura infantil, se une la pasión manifiestada por jóvenes y mayores. Numerosos puestos en los mercados ofrecen camisetas de grandes equipos o selecciones mundiales. Sin embargo, esta circunstancia se corresponde con una normalidad turística, magnificada por el seguimiento que los partidos de la Liga BBVA tienen en aquel país. Con el beneplático de All Jazzera Sport, la gente se reúne para ver al Real Madrid contra el Sporting, al Barça ante el Zaragoza o incluso muestra interés por un Espanyol-Sevilla. Como si estuviésemos en una cafetería de la península ibérica. Incluso, cuando llegas al hotel enchufas la televisión y asumes el privilegio de ver los golazos de Messi como si estuvieses en casa. ¡Shrokan!

Publicado el 23 de marzo de 2010 a las 15:00.

Cámaras, micrófonos y grabadoras digitales pueblan las ruedas de prensa o los actos periodísticos en el mundo del deporte con la pretensión de lograr esa declaración explosiva o el titular llamativo que alegre al jefe. Al final, la mayoría de estos eventos deportivos acaban en una retahíla de preguntas insustanciales, poco rebuscadas y, en muchas ocasiones, con una respuesta otorgada por el propio periodista que ha preguntado ante la sorprendente mirada del protagonista.

Uno, que ha acudido a numerosas ruedas de prensa, sobre todo en el ámbito futbolístico, acaba tomando notas para, posteriormente, darle forma o sentido al rompecabezas. La mayoría de los deportistas, sobre todo cuando pertenecen a un colectivo, no dicen nada que se salga del protocolo, de lo establecido, nada que pueda provocar polémicas, el manjar del periodismo. Eso sí, a veces un 'calentón' verbal o esa tecla que alguien pulsa en un momento dado provoca la bomba informativa del día, ya sea en Kuala Lumpur o en Villarrobledo.

Con el descenso a la vuelta de la esquina, la tensión en el Real Valladolid clama al cielo. Su capitán, Alberto Marcos, perdió el norte en una de tantas declaraciones a los medios y se mostró partidario de dejar de lado a los jugadores que no demuestren en el verde que se están jugando la vida. "No quiero amigos, igual que ellos tampoco me deberían de querer a mí. Sólo quiero un tío que el domingo se juegue la vida por mí", señalaba el lateral izquierdo el pasado lunes el futbolista ante la supuesta incredulidad de los presentes.

Para deleite de los curiosos, propongo tres análisis o exposiciones periodísticos del mismo hecho. Con el vídeo correspondiente y un texto de EFE, la Radio Televisión de Castilla y León titulaba "soy partidario de dejar a algún jugador de la plantilla", palabras de Marcos. El Día de Valladolid apuntaba que 'Marcos tira de la manta' y El Norte de Castilla tira por el mismo sitio: 'Marcos levanta la alfombra'. Estos dos últimos titulares augura o advierten la existencia de mal rollo en el vestuario vallisotelano. Al igual que la casa propia es el templo de cada uno, el vestuario de un equipo debe ser un espacio privado donde se arreglen todos los problemas o discrepancias, sin airear los trapos sucios. Marcos ha perdido perdón, pero ha tirado la primera piedra. En boca cerrada no entran moscas.

Publicado el 9 de marzo de 2010 a las 12:15.