La contrarreloj, una suerte decisiva en las grandes vueltas
Archivado en: ciclismo, Purito Rodríguez
No hay que irse demasiado atrás en el tiempo para recordar los tiempos en los que Lance Armstrong y Miguel Indurain seguían al dedillo un mismo decálogo para alzarse como campeones del Tour de Francia: defenderse (y en su momento atacar) en la montaña y sentenciar en las contrarrelojs. Saco a colación este asunto para dejar patente (por si no lo estaba) que cualquiera que aspire a ganar una gran vuelta debe estar entre los mejores en esa especialidad.
Publicado el 30 de agosto de 2011 a las 13:45.