A pesar de la derrota en la final de la Copa Masters ante Federer, la temporada 2010 de Rafa Nadal se puede calificar de sobresaliente. Los comienzos no fueron fáciles, con el retiro forzado de los cuartos de final del Open de Australia; pero el balance final es simplemente espectacular: siete títulos, entre ellos tres 'grand slam' como Roland Garros, Wimbledon y el US Open.
2009 fue un año aciago para Nadal. A pesar de comenzar ganando el Open de Australia, las lesiones y la temprana eliminación en Roland Garros provocaron que el manacorí llegara a caer hasta el tercer puesto en el ránking ATP. Pero esos resultados dejaron una puerta abierta para 2010: Nadal tenía mucho margen para recuperar puntos y volver a acceder al número uno del mundo.
Por ello, pensando en 2011, a Nadal le espera un año completo si quiere conservar su lugar de privilegio en el top de la ATP. Para empezar, el primer grande del año, el Open de Australia, le dará una gran oportunidad para aumentar su distancia respecto a Federer. Con llegar a semifinales, Nadal obligaría a Federer a reeditar su título de campeón en la Road Laver.
Más exigente se antoja la llegada de la primavera. De los cinco Masters 1000 que se jugarán entre los dos primeros torneos de 'Grand Slam', Nadal deberá defender nada menos que tres títulos (Montecarlo, Roma y Madrid) y al menos llegar a semifinales en Indian Wells y Miami.
Después de esta maratón, el número uno deberá afrontar uno de sus torneos fetiche, Roland Garros, para dejar paso a la hierba, superficie en la que sólo ha disputado dos torneos este año. A partir de ahí, calma relativa hasta llegar al US Open.
En definitiva, en caso de que Federer mantenga un nivel similar al del año pasado, Nadal se vería obligado a repetir un año increíble. Una vez más, se antoja una reforma inmediata del sistema de puntuación de la ATP. A este paso, los jugadores acabarán siendo verdaderos esclavos del calendario.
Publicado el 29 de noviembre de 2010 a las 16:30.