Tiempo muerto

Con esta espectacular caída, el piloto italiano Valentino Rossi (Yamaha) ha dicho adiós a la temporada, al Mundial, con la consecuente tristeza que este hecho ha provocado en todos los espectadores al mundo de las motos. Y es que la presencia del campeón transalpino, apodado como 'Il Dottore', en los circuitos y en las carreras será irremplazable. Su excelente pilotaje, la emoción que imprime a la competición o la alegre personalidad de Rossi le otorgan la condición de leyenda viva en el motociclismo actual.

La trágica noticia tuvo lugar en la segunda sesión de entrenamientos libres del GP de Italia. Valentino se fracturó la tibia y el peroné. Esta lesión ha impedido la participación de Rossi en su carrera 231, teniendo en cuenta que jamás se había perdido una prueba desde su debut en el Mundial de motociclismo, donde ha logrado nueve títulos, seis de ellos en MotoGP, categoría en la que pretendía conseguir el tercero de forma consecutiva.

Rossi y Lorenzo han ofrecido brillantes peleas deportivas como la sucedida en el GP de España de 2009

Con la lesión de Rossi, Jorge Lorenzo aumenta sus posibilidades de conseguir el título de MotoGP y, pese al segundo puesto en Mugello y la victoria de Pedrosa, aventaja al piloto de Honda en 25 puntos (90 por 65). Dovizioso (58 puntos) está muy lejos del mallorquín. "Todo el mundo puede tener miedo pero no todo el mundo puede ser una leyenda", decía el mensaje de apoyo que Lorenzo quiso mandar a Rossi antes de la disputa del fatídico gran premio para 'Il Dottore'. Ahora, todo apunta a que los dos pilotos españoles se disputarán el primer puesto del Mundial, aunque un campeonato sin Rossi posee menos valor del deseado por todos. ¿Y qué pasará con 'Vale'? Aquí, un pequeño análisis.

Marcos Blanco

marcos@gentedigital.es

Publicado el 9 de junio de 2010 a las 11:15.

El infortunio se ha cebado con la expedición de Edurne Pasabán, la alpinista vasca que afronta la ascensión de Annapurna como penúltimo obstáculo en su intento por escalar los 14 ocho miles del planeta. Un golpe contra un bloque de hielo pudo haber sido el motivo por el que Ferrán Latorre, uno de los miembros de la expedición, haya tenido que abandonar el grupo rumbo a España.

Según las primeras exploraciones médicas, tiene afectado el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Latorre, un cámara de altura, manifiestaba en el blog de Pasabán su desánimo debido a este contratiempo, pero lo cierto es que el accidente ha tenido una escasa gravedad, circunstancia que debería compensar el dolor provocado por la ausencia de Ferrán.

El accidente de Ferrán tuvo lugar cuando el grupo de Pasabán había abierto y asegurado con cuerdas la ruta al Campo 3, penúltimo escalón en la planificación deportiva. En el regreso a la base de la montaña para disfrutar de unos días de descanso, Latorre se lesionó. Pese a este contratiempo, todo marcha según las mejores previsiones en el entorno de Edurne Pasabán, que anuncia la intención de hacer cumbre en torno al próximo 10 de abril. A través de www.eduarnepasaban.com, existe la posibilidad de recibir diariamente en tu correo electrónico una ‘crónica de la expedición' o puedes seguir los acontecimientos deportivos de este reto en el blog del citado sitio web.

El pasado 16 de marzo, después de varios días de aclimatación al entorno, el grupo se puso en marcha con las diferentes operaciones en el campo 1, situado a 4.200 metros de altura. Los comentarios que aparecen en la web de Pasabán suponen una fuente de ánimo considerable para la expedición. Uno de ellos asegura que Edurne constituye una inspiración para todos aquellos que se proponen retos en la vida. Tic, tac, tic, tac. Que los dioses les bendigan.

Publicado el 30 de marzo de 2010 a las 10:00.

El eterno suplente presume de pocas cosas. Con vuestro permiso, una de ellas podría ser su gran corazón, cuya mitad está teñida de color celeste, como muchos habéis comprobado a través de algunos artículos. Sea por la procedencia geográfica de quien escribe, la modestia deportiva que desprende el Celta o la empatía producida por sus 'pupas' durante los últimos años, lo cierto es que uno sigue con expectación lo que sucede en Vigo. Sin embargo, no pretendo hacer forofismo ni barrer para casa en estas líneas. Simplemente, pretendo mandar un abrazo virtual a todos aquellos deportistas profesionales (o no) que se han visto frustrados por lesiones, dolencias, intervenciones quirúrgicas o pesadas molestias que les impiden una práctica habitual o constante de ese vicio, esa necesidad o, en muchos casos, el alimento que les da de comer: la práctica deportiva.

Al principal protagonista de estas líneas, le conocí cuando apenas tenía 20 años. Pese a su reciente estreno futbolístico en Primera División, me sorprendió su desparpajo dialéctico y la normalidad con la que actuaba en cada actuación. Las habilidades intuitivas del jugador soprenderían a más de uno. Poco a poco, se fue convirtiendo en un mediocentro defensivo de notable nivel. Ocupaba bien los espacios, hacía fácil lo difícil y, aunque no se prodigaba demasiado, escondía más recursos técnicos de los que mostraba. Debutó con la Roja, estaba en la mente de Luis Aragonés y varios equipos grandes del fútbol nacional e internacional le habían incluido en sus listas para futuros fichajes.

Obligado a la venta de futbolistas tras el último descenso, su club se puso caprichoso, quiso todo el dinero del mundo y no quiso venderle al Benfica y se marchó cedido al Birmingham City. Allí, nada más llegar, en septiembre de 2007, se rompió la rodilla izquierda, regresó a su ciudad natal y, aunque ha jugado algunos partidos desde entonces, estos días se ha sometido a una cuarta operación para que su regreso a los terrenos de juego sea una realidad totalmente rehabilitada. Con casi 28 años, Borja Oubiña espera terminar el 2010 jugando al fútbol. Su caso es el de muchos deportistas que han nacido para esto, con talento para hacer algo grande y a los que la suerte les ha sido esquiva con un mala leche insoportable. Que no pierdan la pasión ni la esperanza.

Publicado el 18 de marzo de 2010 a las 09:00.