Esta película ya la he visto antes. Eso será lo que piensen muchos aficionados al fútbol cuando lean el análisis de este post. Pese a todo, creía conveniente pararme a pensar en una situación que creo que refleja a la perfección la decadencia que vive el 'Calcio'. Los tres equipos italianos que quedan vivos en la Champions League han caído en los partidos de ida de la Liga de Campeones y los tres lo han hecho como locales.
Excluyendo el título del año pasado del Inter, en las dos campañas anteriores el papel de los conjuntos transalpinos ha sido mediocre. Ni en la 2007-2008 ni en la 2008-2009 hubo siquiera un representante italiano en las semifinales del máximo torneo continental. Y este año las cosas no parecen ir mucho mejor. La Sampdoria fue eliminada en la fase previa; el Milan se vio superado por el Madrid en la fase de grupos, al Inter le pasó lo mismo ante el Tottenham y la Roma no pudo hacer frente al Bayern.
Ahora, con un pie fuera, el panorama en la Europa League también invita a reflexionar sobre el momento que viven los equipos del 'Calcio'. En la segunda competición continental, Palermo, Juventus y Sampdoria quedaron eliminados en la fase de grupos, mientras que el Nápoles se juega el todo por el todo ante el Villarreal este mismo jueves. Una situación casi dramática para un país con tanta tradición.
Las razones podrían ser muchas y variadas, aunque desde algunos sectores se apuntan a dos aspectos fundamentales. Por un lado, la autocomplacencia de un campeonato como la Serie A cuyo nivel técnico y táctico ha bajado en los últimos años. Si se toma las competiciones europeas como vara de medir, se observa que el Milan, líder destacado del Calcio, no ha podido esta temporada con los equipos grandes europeos a los que se ha medido.
Por otro lado, sea por falta de dinero o de atractivo, las grandes estrellas ya no se marchan al país de la bota. Sólo algunos jugadores en clara cuesta abajo deciden aventurarse en la Serie A. Jóvenes como Pastore, Cavani, Lavezzi o Krasic, son un oasis en el desierto. Valga para muestra dos fichajes: el de Ronaldinho y el de Adriano, cuyo regreso a Roma esta semana ha sido noticia por su estado físico.
Sin embargo, la historia dice que el fútbol italiano está muy acostumbrado a vivir en el alambre. Puede que al final algún equipo se alce esta temporada con un título europeo y convierta este post en papel mojado, pero la lógica dicta que los responsables de los clubes y la Serie A deben sentarse para encontrar el mal que está afectando a los equipos de un país donde el fútbol es algo más que un deporte.
Publicado el 24 de febrero de 2011 a las 17:15.