Miguel Ángel Jimenez, uno de los grandes del golf español, finalizó en el puesto 26 el Abierto Británico, pero su participación en el torneo quedará en la memoria colectiva por el fantástico golpe que ofreció en el hoyo 17. Pegado junto al muro, se inventó una acción surrealista. Ante la incredulidad del público y de sus propios compañeros de competición, el golfista de Churriana (Málaga) utilizó la pared para meter la bola en el 'green'. Toda una muestra de su enorme calidad.
¿Se acuerdan de estas imágenes? Pertenecen a la rueda de prensa ofrecida por Tiger Woods hace casi un mes para pedir disculpas porque personal y profesionalmente no había cumplido con las expectativas durante los últimos tiempos. Básicamente, se supo que llevaba una doble vida sentimental, acostándose con muchísimas chicas. Se comportaba como un tipo muy distinto al que conocemos a través de los medios y de su actividad como estrella mundial del golf. No me extraña. Evidentemente, ha demostrado que no es un angelito, pero tampoco debe serlo, ¿no? En aquella exposición pública, comentó que había jugado con unas reglas diferentes a los normales porque creyó, de forma egoísta, que podía hacerlo. Que se había sentido con derecho para todo.
Eldrick Woods, al que siempre han apodado como 'Tiger', ascendió hasta la cima del golf con una elegancia estilística propio de un actor hollywoodiense y siempre ha ofrecido una conducta tan irrepochable que las grandes marcas publicitarias han sabido aprovechar su tirón. Ahora, ha anunciado su regreso para la disputa del Masters de Augusta durante el mes de abril. La chaqueta verde fue su primer grande y esta circunstancia le otorga un bonito valor sentimental a la elección de este hombre natural de Cypress (Florida), donde nació en 1975. El pasado martes, Iñaki Gabilondo entrevistaba a Leire Pajín en CNN+ y le pedía un titular para el regreso de Woods, como parte de una típica propuesta informativa. La actual secretaria de organización del PSOE tardó muy poco en dar su respuesta. Aportó un juego de palabras y dijo aquello de: ¿Golpe fallido? Ya veremos.
Publicado el 18 de marzo de 2010 a las 10:00.
El eterno suplente
El míster te mira. ¿Vas a salir?, dice. Desde el banquillo, uno también juega su particular partido. Hablas, organizas, gritas, sufres, encestas, tiras a portería, sueltas un revés o cambias de marcha al llegar a la curva más peligrosa del circuito. No eres el protagonista ante las cámaras, pero te sientes vivo porque eres un loco del deporte. El deporte mueve masas y es un gran espejo para el ser humano que busca emociones fuertes y no entiende de límites.