No habrá 'Clásico' en la final de la Liga de Campeones, al menos esta temporada. El Barcelona se llevó el segundo varapalo importante de la temporada en apenas cuatro días tras caer eliminado ante el Chelsea. Los azulgranas tuvieron todo de cara con un 2-0 al filo del descanso, pero el gol de Ramires en el tiempo añadido de ese primer acto cambió todo el decorado. Messi falló un penalti, el tercer gol no llegaba y para colmo Fernando Torres amplió su lista de tantos importantes batiendo a Víctor Valdés.
Apenas ocho meses ha durado la andadura de André Villas-Boas al frente del Chelsea. Avalado por su experiencia dentro del cuerpo técnico de Mourinho primero y como entrenador de éxito después, el joven técnico portugués llegó a Stamford Bridge para liderar un proceso tan espinado como complejo: la renovación de una plantilla en la que su columna vertebral (Terry, Lampard y Drogba) está más cerca del retiro que de sus mejores días.
De ídolo y esperanza a blanco de todas las críticas. Fernando Torres ha comprobado en apenas tres meses la delgada línea que separa en esto del fútbol el éxito del fracaso. Ese es el tiempo que ha tardado el de Fuenlabrada en pasar de posible héroe blue a chivo expiatorio de los males del equipo de Roman Abramovich.
Los números del 'Niño' con el Liverpool eran notables, pero con el Chelsea aún no ha visto puerta. Si se tiene en cuenta que ha pasado de jugar con un centro del campo en el que tanto Lucas Leiva como Mascherano no destacaban por su capacidad para asistir, a otro en el que Malouda y Lampard sí están en condiciones de suministrar balones de gol, el misterio se hace aún mayor.
La razón principal radica en la filosofía de juego de Liverpool y Chelsea. Mientras los 'Reds' no suelen tener un papel protagonista en términos de posesión de balón, sobre todo ante rivales importantes, la mayoría de equipos ceden la posesión al Chelsea, conscientes de los problemas de los de Ancelotti para atacar ante equipos armados en defensa. Con espacios y al contragolpe salen a relucir las mejores cualidades de Torres, como se pudo comprobar en algunos partidos ante el Manchester United cuando aún vestía de 'Red'.
Precisamente ante el equipo de Ferguson es cuando ha quedado más en evidencia el papel de Torres. Algo similar le sucede en la selección española, donde por la filosofía de juego recibe una gran cantidad de balones de espaldas. Dicho en otras palabras, el Chelsea está acostumbrado al rol de Drogba (balones aéreos y juego directo) y para correr al espacio ya está Anelka. Por el momento, Torres está buscando su sitio y por condiciones y características de la Premier League me atrevo a decir que acabara encontrándolo.
Manchester United y Chelsea empataron ante rivales a priori inferiores y el Arsenal ganó ante un correoso Bimingham, pero lo verdaderamente imporante este fin de semana para los aficionados españoles que siguen la Premier League es la caída sin red del Liverpool y el estreno goleador de David Silva.
Los 'reds' siguen buscando su identidad tras la marcha de Rafa Benítez. Después de unas temporadas llenas de críticas, algunos echarán de menos al técnico español. Se esperaba que fuera de la Liga de Campeones y con un técnico que conoce a la perfección la Premier League, el Liverpool volviera a colarse entre los mejores y disputara el título hasta el final.
El pasado verano llegaron a Anfield Road jugadores como Joe Cole, Poulsen, Raúl Meireles o Jovanovic que si bien no son cracks podían servir para dar más potencial a una plantilla en la que pese a todo seguían Gerrard y Fernando Torres. Seis puntos en ocho jornadas es el paupérrimo balance de los hombres de Hodgson hasta la fecha. En estos momentos, son junto al West Ham y al Wolverhampton el peor equipo de la competición. Con eso está todo dicho.
Precisamente, en el derbi de Liverpool volvió a recuperar la sonrisa otro español. Mikel Arteta anotó el 2-0 y volvió a dejar patente que es el jugador más importante del Everton. Si sigue a este nivel, su llamada a la selección española debería ser obligada en un corto espacio de tiempo.
Gracias a él y a David Silva, el gol habló español este domingo en las Islas. Al igual que el vasco, el ex del Valencia empieza a acallar bocas en una liga tan competitiva como la Premier. Su primer gol en el torneo refleja todo lo que el canario puede dar al conjunto de Mancini: calidad e imaginación para un equipo que no anda sobrado de ello. Si Silva se enchufa, el cartel de favorito que porta el City empezará a acercarse a la realidad.
Que si Quique está discutido, que si Forlán se enfada con la grada, que si los jugadores no dan la talla ante el Mallorca...fiel a su estilo el Atlético de Madrid ha vivido una temporada llena de momentos complicados pero que puede tener un final feliz.
Con el billete seguro para la final de la Copa del Rey, los rojiblancos dieron este jueves una alegría metiéndose entre los cuatro mejores de la Europa League. Polémicas aparte, lo del equipo de Quique es digno de valorar: una plantilla corta, con muchos partidos en las piernas y demasiadas críticas a sus espaldas puede cerrar 2010 con cuatro títulos (podría optar a la Supercopa de Europa y a la de España).
Ahora se cruza en el camino el 'Spanish' Liverpool de Fernando Torres. Una lesión impidió a 'El Niño' regresar al Calderón el año pasado, pero si no sucede nada raro, el hijo pródigo volverá con el cartel de visitante el próximo día 22. En ese partido no estará el 'Kun' que vio una amarilla absurda tras perder tiempo cuando iba a ser sustituido.
Atlético-Liverpool, último paso en el camino previo a la final de Hamburgo. No será fácil, pero estando los rojiblancos de por medio, no hay nada imposible. Mientras llega la eliminatoria y el reencuentro de Torres con la que fue (y será) su afición, disfrutemos con un vídeo de los mejores goles de 'El Niño':
Publicado el 9 de abril de 2010 a las 19:30.
El eterno suplente
El míster te mira. ¿Vas a salir?, dice. Desde el banquillo, uno también juega su particular partido. Hablas, organizas, gritas, sufres, encestas, tiras a portería, sueltas un revés o cambias de marcha al llegar a la curva más peligrosa del circuito. No eres el protagonista ante las cámaras, pero te sientes vivo porque eres un loco del deporte. El deporte mueve masas y es un gran espejo para el ser humano que busca emociones fuertes y no entiende de límites.