Nowitzki vs LeBron James, la calidad por encima del poder mediático
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Dallas Mavericks se encuentra a un solo partido de saldar una de las mayores injusticias que hay en la NBA: que un jugador como Dirk Nowitzki se retirara sin tener un anillo de campeón sería como si Robert De Niro no volviera a interpretar un papel tras una carrera sin lograr un Oscar. El equipo de Rick Carlisle ha firmado en el quinto partido de la serie una actuación ofensiva primorosa que pasará a la historia de esta competición para dejar a los 'galácticos' del Big Three de Miami contra las cuerdas.
Si Michael Jordan alcanzó la categoría de leyenda fue porque, más allá de sus indiscutibles números, disfrutaba con la presión, sacaba lo mejor de sí mismo cuando la bola quema y todas las cámaras se centran en ti. Por eso 'Air' no era bueno, era el mejor. Lejos de las comparaciones siempre odiosas, LeBron James parece decidido en esta final a demostrar que está todavía a varios pasos de esas cotas. Dejó el número '23' pero se le sigue midiendo por una sombra tan alargada como la del mítico exjugador de los Bulls.
En el otro lado de la pista, un alemán cuyo rostro rara vez refleja una excesiva alegría. Tal vez por eso no sea tan mediático. En el país donde se premia la cultura del esfuerzo, esta vez el que ha recorrido ese camino no es el ídolo americano, sino un hombre venido de Europa que sabe hacer de todo (tiro, rebote, defensa...) y casi todo bien. Por eso es capaz de tener a un equipo de edad tan avanzada cerca de lograr un anillo. Por eso y porque ha tenido la frialdad de asumir la responsabilidad en el momento de la verdad, ya es el ganador moral del MVP de las finales.
A veces los partidos de la NBA se parecen a uno de esos thriller en los que puedes haberte perdido tres cuartas partes de la película y quedarte satisfecho con ver el final. Como el mejor actor, Nowitzki lleva anotados 52 puntos en los últimos cuartos de la serie. LeBron sólo 11. Aunque Miami dé la vuelta a la eliminatoria y se lleve el anillo, Dirk Nowitzki se habrá ganado algo más que el reconocimiento mediático: la certeza de ser tal vez uno de los mejores jugadores foráneos que ha pasado por la NBA.
Publicado el 10 de junio de 2011 a las 08:30.
