El ejemplo de la sanción económica de la NBA a Rudy Fernández
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50.000 dólares, es decir, 36.000 euros o lo que es lo mismo seis millones para aquellos que sigan pensando en pesetas. Eso es lo que deberá pagar Rudy Fernández en concepto de multa por expresar públicamente su deseo de marcharse de la NBA. Al comité de disciplina no le ha temblado el pulso para castigar al internacional español quien ya tuvo que pagar otros 18.000 euros por unas declaraciones similares de su agente.
Que la NBA se rige por otro tipo de reglas de naturaleza diferente al resto de competiciones es algo que queda de manifiesto en situaciones como ésta. Parece como si el gran padre de familia no quisiera que uno de sus hijos se marchase de casa y para ello decide recortarle la paga semanal. Es un mensaje indirecto a Rudy: si te vas de aquí perderás dinero y prestigio.
Tenga razón Rudy o no, lo cierto es que no parece haber llevado con mucha cautela su situación habida cuenta que en la NBA las franquicias no ceden ante chantajes emocionales de esta índole. No será el primer europeo que volvería a cruzar el charco para regresar al viejo continente, pero da la sensación de que su agente debería moverse por los despachos con la misma celeridad que lo hace el jugador delante de los micrófonos.
Extrapolando esta sanción a otros deportes, el castigo es aún menos entendible. No me imagino a Astiazarán ni a nadie de la LFP multando a un futbolista por querer irse de la Liga a, por ejemplo, la Premier League. Desde luego, la NBA les ha dado una buena idea para recaudar dinero en estos tiempos tan complicados para la economía.
Francisco Quirós Soriano
Publicado el 14 de octubre de 2010 a las 08:30.
