La final de Roland Garros, el partido perfecto de Rafa Nadal
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El destino guardaba una sorpresa a Rafa Nadal para la final de Roland Garros. Si el español quería recuperar su corona en el torneo galo y de paso el número uno debía derrotar al único jugador que ha sido capaz de ganarle sobre la tierra de París.
Nadal demostró su capacidad camaleónica. Lejos de mantener un estilo uniforme y previsible, Nadal se metió unos metros por detrás de la línea de fondo para 'pescar' todos los misiles de Soderling. Apenas se habían disputado 6 juegos cuando el sueco empezó a darse cuenta de que lo iba a tener muy complicado. Nadal le movía a su antojo de lado a lado e impedía que Soderling pegara a la pelota como se siente más cómodo.
El balear había preparado el partido a la perfección. Lejos de caer en los errores del año pasado o en las equivocaciones de Federer en cuartos de final, Nadal no estaba dispuesto a que Soderling jugara su mejor tenis. La final se redujo a tres sets. El español no ha cedido una sola manga en este Roland Garros, no ha perdido ningún partido en la temporada en tierra batida, no ha caído en ningún set de las cuatro finales jugadas este año... datos abrumadores.
Las estadísticas sirvieron para borrar otra de las dudas habituales en torno al juego de Nadal: el saque. Durante todo el torneo el balear ha mejorado notablemente con su servicio. Ha sido capaz de firmar aces en momentos delicados y si bien no ha llegado a la potencia de jugadores como Melzer o Soderling, ha sabido alternar dirección y altura para poner las cosas muy difíciles.
Nada ha vuelto al número uno y afronta un tramo de la temporada donde no perderá puntos ya que el año pasado estuvo inédito en Queen's y Wimblendon. Tras una campaña sublime en tierra batida, llega el turno de la hierba. Londres se prepara para vibrar con el carácter ganador de Rafa. Nadal ha vuelto.
Publicado el 7 de junio de 2010 a las 18:30.