Y Adriano cogió su fusil
Archivado en: fútbol internacional, Adriano
Cuando en las tertulias deportivas se tratan casos de jugadores que apuntaban muy alto pero acabaron cayendo en algunas tentaciones que les hicieron pasar de estrellas a estrellados, casi siempre aparece el nombre del delantero brasileño Adriano. Es un jugador, o mejor dicho era, con unas condiciones físicas privilegiadas para jugar al fútbol: alto, fuerte, habilidoso... conjugaba a la perfección potencia y sutileza.
Capaz de hacer algunos de los mejores goles que se recuerdan en los últimos años, Adriano llegó a un momento de su carrera en el que el alcohol y otros vicios ganaron un protagonismo desmedido en su vida. Pasó de ser uno de los jugadores más codiciados a no ir siquiera convocado con el Inter. La situación se agravó con Mancini. Después llegó Mourinho quien se propuso recuperarle para el fútbol, pero los intentos del portugúes dieron al traste.
Su carrera parecía acabada. Regresó a Brasil para intentar relanzar su trayectoria con el equipo que le lanzó a la fama, el Flamengo. En el Brasileirao, Adriano recuperó parte de la estima perdida. Sus goles volvían a dar al vuelta al mundo e incluso Dunga le volvió a convocar para la selección. Ahora, justo cuando estaba a punto de cerrar su fichaje por la Roma, Adriano aparece en unas fotos de esta guisa, con un fusil en la mano y haciendo un guiño a un grupo narcotraficante. Un episodio más de un jugador que iba para leyenda y que en algún momento se equivocó de camino.
Publicado el 1 de junio de 2010 a las 08:30.