Tiempo muerto

La memoria es frágil en el deporte, sobre todo en el mundo del fútbol. Markus Babbel, aquel defensa internacional por Alemania en la década de los 90, cogió las riendas del Suttgart en la temporada 2008-2009 para colocarlo en puestos de Liga de Campeones, una auténtica proeza ya que el equipo alemán peleó la Bundesliga hasta la última jornada con equipos de mayor presupuesto. Pero un mal arranque de curso llevó a Babbel al paro y es ahora el suizo Christian Gross quien intenta dirigir hacia la utopía de acabar la temporada en puestos europeos.

Es cierto que goleó en su última jornada de la liga alemana, pero este Suttgart no parece un rival con el suficiente poderío como para poner en apuros al todopoderoso Barça. El excéntrico Lehmann sigue en la portería a pesar de sus 40 años. En la defensa destaca el capitán Delpierre y el joven Tasçi. Sin duda su punto débil en la zaga es el lado izquierdo donde Molinaro ofrece muchas dudas.

El centro del campo se alterna la experiencia y despliegue físico de Kuzmanovic con el soplo de aire fresco que aportan jóvenes como Walch o Khedira. Por delante de ellos, con cierta libertad, juega el hijo pródigo, Alexander Hleb. El internacional bielorruso jugó a un gran nivel en el Suttgart, su trampolín al Arsenal y al Barça. Cuatro años después ha vuelto a Alemania para reencontrarse con su mejor versión.

En ataque residen las dudas de Gross quien podría apostar por un centro del campo de cinco jugadores y un solo punta. El ruso Pogrebnyak, al que una lesión apartó de la Eurocopa de 2008 favoreciendo al descubrimiento de Pavlyuchenko, puede ser un jugador interesante para actuar como referencia, pero la vena goleadora de Cacau (cuatro goles el pasado sábado) puede pesar mucho.

No estarán Alves ni Xavi, pero aún con estas bajas el Barça debería pasar la eliminatoria con relativa facilidad, incluso, todo lo que no sea una victoria blaugrana en Alemania podría calificarse de sorpresa.

Publicado el 22 de febrero de 2010 a las 19:00.