Más Roger Federer que nunca
Un año después de salir llorando de la Road Laver Arena de Melbourne, Roger Federer salía con una enorme sonrisa fruto de su triunfo en el primer 'grand slam' del año. Ahora, su propósito es vencer en los otros tres grandes y pasar al grupo selecto de tenistas que lo han logrado en una sola temporada.
No ha sido una victoria cualquiera, ha sido el triunfo de la perfección. No se podía jugar mejor una final. Dejó a Andy Murray como un principiante ante la mirada de medio mundo. El escocés es un gran jugador que todavía debe crecer mucho si quiere llegar al nivel del número uno. Porque cuando Federer está al 100% sólo queda desear que el resultado no sea demasiado sonrojante.
El gran triunfo de Federer no está en su saque, ni en su volea, está en su mente. Después de perder este torneo el año pasado y ceder el número uno de la ATP, la clave ha estado en que no se ha obsesionado. Ha ido paso a paso y ha sabido afrontar cada momento consciente de que todo depende de sí mismo, como cuando Murray pudo romperle el saque en el primer set.
Ya tiene el primer título en el bolsillo. Ahora quiere los otros tres. No sabemos si lo conseguirá, pero eso no debe ser óbice para reconocer que si Federer no es el mejor tenista de la historia, está muy cerca de serlo.
Publicado el 1 de febrero de 2010 a las 20:15.