Kobe Bryant, cerca de la divinidad
Era la noche de Dirk Nowitzki, un jugador algo infravalorado en nuestro país por los últimos enfrentamientos con la 'Roja' (un jugador solo no puede contra un equipo) y que algún día merece un post en este blog. El alemán llegó a los 20.000 puntos en la NBA, una cifra reservada sólo para los elegidos. Pero ante la fiesta de Dallas y del alero germano se coló un invitado inesperado: Kobe Bryant.
Digo inesperado no porque no se esperara que el '24' angelino hiciera de las suyas, sino porque en el primer cuarto sólo lanzó una vez canasta y falló. Bryant se quedó en sólo diez puntos, pero apareció cuando tenía que hacerlo, cuando su equipo más le necesitaba. Sus dolores de espalda fueron superados por el carácter y la calidad de un jugador que a veces se asemeja en sus hazañas a Michael Jordan.
Llegó el cuarto decisivo y Bryant falló sus tres primeros tiros, pero anotó una canasta que ponía por delante a los Lakers a falta de 28 segundos para el final del partido. La siguiente acción no fue tan brillante, pero sí inteligente. El balón le llega en la pintura a Erick Dampier, allí surge Bryant que sin dudarlo comete falta sobre uno de los peores lanzadores de tiros libres del campeonato. El ´25´de los Mavs falló sus dos tiros y los Lakers se llevaron el partido. Lo dicho, de genio.
Publicado el 14 de enero de 2010 a las 16:45.