Usain Bolt, el hijo del viento
Archivado en: atletismo, Usain Bolt
Por primera vez en mi vida contemplé una final del campeonato del mundo de los 100 metros lisos en un bar acompañado de gente. No jugaba la selección, ni era una final de Copa de Europa. No. Todos los que estábamos allí sabíamos que nuestra atención durante diez segundos estaría puesta en una misma persona: Usain Bolt.
Las cámaras van enfocando uno a uno a todos los finalistas y Bolt se siente cómodo con los flashes. Pistoletazo de salida. Comienza la prueba y Bolt, contrario a su costumbre, sale realmente bien. Avanza metros como una gacela y su gran rival, Tyson Gay (quien había dicho que iba a ganar al jamaicano), nota como por la calle de al lado pasa alguien como una exhalación. Cruza la meta y todos miramos al reloj. ¡¡¡9:58!!! Siempre he pensado que en esta prueba llegará un momento en el que una marca no sea rebajada jamás. Si esto sucediera, Bolt tiene muchas papeletas de escribir su nombre en ese récord.
Publicado el 7 de enero de 2010 a las 20:30.