José Tomás, Barcelona y los 180.000
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El domingo día 5 de julio José Tomás se encerró con seis toros en la plaza Monumental de Barcelona. Esto de por sí ya es noticia por lo que tiene de gesta en una figura del toreo y en plaza de 1ª categoría. Si por categoría de los carteles fuera, Barcelona sería la capital mundial del toreo, título que pertenece a Madrid por el número de festejos que se celebran, que no por la calidad de los mismos. Pues bien, el día anterior el colectivo antitaurino presentó en la Generalitat en Barcelona 180.000 firmas, es decir, 180.000 personas pidiendo una ley que prohíba las corridas de toros; no entramos en los argumentos expuestos de maltrato a los animales, catástrofe ecológica y demás lindezas y falsedades. El asunto es que para juntar tantas firmas se requiere un trabajo de coordinación, organización y aporte económico quién sabe si salido incluso del erario público.
Pues bien, ante esta situación ningún colectivo taurino ni aficionado ni sobretodo profesional ha salido al paso. Ganaderos, empresarios, apoderados, toreros, todos mirando para otro lado como si no fuera con ellos la guerra. O es un optimismo desmedido o un exceso de confianza y seguridad en sí mismos o que la Fiesta se va a mantener por propia inercia. Y nada más lejos de la realidad. A este tipo de colectivos hay que hacer frente con sus mismas armas, es decir, con una buena organización y si es preciso también con aporte económico salido de quienes viven de ello. Los toreros, tan proclives en actuaciones altruistas para ayuda a otros compañeros o colectivos -por ejemplo la última actuación de José Tomás en Barcelona a la que nos referimos en este artículo- deberían hacer su aportación para crear una plataforma en la que se reivindicasen los efectos económicos, sociales, culturales y medioambientales que justificarían la existencia de la Fiesta Nacional rebatiendo así los argumentos de los 180.000, muchos de ellos más preocupados por lo de la Fiesta "Nacional" que por los propios toros. No permitir provocaciones pues además los argumentos que dan son fácilmente rebatibles y llenos de falsedades. Han ido a atacar en Cataluña, donde más daño pueden hacer pues encuentran terreno ya abonado por otras cuestiones. Pero cuidado, que como no se les haga frente con toda la fuerza de los argumentos que da la razón, pueden acabar con esto. Al fin y al cabo la Fiesta de los toros se encuentra en manos de los políticos y ya sabemos que si los anti proporcionan votos, los políticos no mirarán más allá pues tampoco a ellos les importa si no es para ponerse medallas. Y los votos son los votos, sobretodo en Cataluña donde la pela sigue siendo la pela.
Publicado el 7 de julio de 2009 a las 13:30.